Después de 9 años ahí encerrado pensé que algo de decantacion le vendría bien, y por eso lo tuve mas de 2 horas oxigenando.

En nariz encontré un vino muy mediterráneo, con aromas de tomillo, romero y en general matorral bajo.Ricamente mineral (piedras de rió ) que aportan frescura.Aunque aun no he empezado hablando de su fruta, esta tiene un potencial enorme ( mermelada de fresa, yogurt de frutas del bosque, ciruelo rojo....)todo con una entrega potente pero controlada.
Sus terciarios son relativamente livianos, con un chocolate con leche muy rico, también moka.

En boca esta lleno de matices, principalmente frutales, con una paleta que va desde la fresa madura hasta intensas guindas en licor.El vino tiene un armazón sorprendente, se encuentra pleno de facultades y tiene una acidez que da vida a todo el conjunto, señal de su potencial de guarda.Paso por boca graso, sedoso, pleno, apetece beberlo.No encuentras fallos en el, un vino de lo mas agradecido.

La ocasión era propicia para abrir este Gaja que reposaba en mi vinoteca mas de 5 años.

Bienvenida a mi vida Berta.

Granate de capa media alta. Nariz de buena intensidad, bien definida, con notas de frutillos del bosque, regaliz, toques florales, cierto carácter vegetal. En boca es un coloso, con un ataque intenso, bastante cuerpo, con taninos muy vivos, secantes, acidez ajustada (entiendo que por el peso de la materia), largo, profundo, con una sólida estructura y notable complejidad. Difícil..... diría que para iniciados.....

De nariz dulce, expresiva, con arándanos, cocoa, hongos; pero aparece una laca por ahí que no me atrae. Paladar esbelto y filoso, con una buena carga frutal, y aunque su tanicidad es hoy un poco agresiva mantiene la tensión en su recorrido hasta el final, larguísimo. Es el vino de entrada al portafolio de tintos piamonteses de la bodega, pero se trata de un barbaresco muy demandante. Siempre un placer catar estos vinos del maestro Gaja.