Dorado muy intenso con tonos anaranjados y ocres. Brillante y limpio, con buena lágrima.
Sorprende inicialmente en nariz con toques de maderas viejas, un tanto cerrado, pero abre rápidamente con un poco de movimiento en la copa hacia tonos más ahumados que envuelven una fruta blanca bien madura junto a toques dulces (membrillo, miel de romero) y ácidos (mandarina), conformando una fragancia complejísima y envolvente, en constante evolución.
Si la nariz es muy grande, la boca es colosal. Ampuloso, sabrosísimo, embaucador de principio a fin, con una acidez magnífica que reabre a cada sorbo las papilas y las prepara para un nuevo tsunami de sabores; complejidad y fuerza a raudales, con un final excelso que deja tras de si una huella imborrable.
Imponente botella, de un vino muy escaso del que existen poquísimas referencias. Una lástima, porque es una auténtica delicia. Una verdadera joya y una suerte haber podido hacerse con estas botellas.
Enlace al post con la cata completa:
https://www.verema.com/foros/foro-vino/temas/1187977-cata-historica-rioja-parte-ii
Dorado intenso limpio y brillante.
Con buena intensidad en nariz, este vino nos sorprende desde un primer momento por su grandeza. Notas de flores secas, frutas blancas de hueso perfectamente maduras, cítricos en confitura, un fondo de especias dulces, hierbas aromáticas y recuerdos minerales, ciertos ahumados, dejes de vainillas, granos de café, piel de naranja, en fin, un precioso amalgama aromático perfectamente conjuntado.
En boca es un vino sencillamente único, grandioso, inolvidable. Con acidez, fuerza y equilibrio, un paso glorioso por su finura y su maravilloso balance y un final de traca, legendario, con unos puntos que parecen imposibles jugando con los sabores ácidos, dulces y amargos, pocos vinos tan apasionantes hemos tenido la ocasión de catar. Con grasa y volumen, pero perfectamente compensado por su tremenda acidez.
Ya preveíamos que este vino podía ser la estrella de la histórica cata de Riojas en Segovia y lo cierto es que dichas previsiones se cumplieron. Un auténtico incunable de una de las grandes bodegas riojanas que responde a un estilo desaparecido y que está a la altura de los más grandes vinos dulces de todos los tiempos. Un tesoro. Mi tesoro.
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