Vino con una crianza en barrica de 7 meses, nos desvela un intensa fruta de bosque madura, ciruelas, fresas maduras, arándanos, con excelentes toques florales, vino muy fresco con una excelente acidez, que consigue despejar los acentos minerales.

Refleja una seña de identidad, pero nada para guardar en el tiempo.

bueno!!

eps! bon vi! Color picota molt cobert, bona llàgrima, brillant.... Aromes de pruna negra, especiat i un punt balsàmic... de fruits en licor... Pas en boca bo, ampli, amb més pruna i fruita negra, deixos florals al final... bon Priorat a bon preu... però no més.

...Y es que con semejante familia (la de Clos Figueras), no era de extrañar que la hija de Charlotte y Cristopher Cannan, acabara por enseñarnos cómo a ella le gustaría encontrar el Priorat: desde luego mineral, claro; pero también más fresco, alegre; menos rudo, jovial. Disfrutable y accesible a todo el mundo amante del buen vino.
En esta añada, sigue dominado la Garnacha, aunque el porcentaje pasa de 65 a 50, y aparece la Cabernet. Aunque es la primera añada que cato, el 25% de esta variedad bien debe de haber cambiado el resultado global de este tinto. Además, se rebajan la Mazuela y la Syrah, presentes ya en otras añadas.
Picota brillante de capa media. Lágrima ligera, bien visible y más transparente que tinta.
La nariz expone lo que anteriormente se busca y creo que se consigue: alegre, fresca y expresiva. Aflora la fruta roja fresca (mora, frambuesa...) pero con un punto de madurez muy rico. Se percible la crianza en la madera, con una vainilla fina muuuuuuuy larga en esta fase. Y por supuesto, ciertas notas minerales que pululan en todo momento por aquí.
En boca denota una acidez correcta y un ataque fresco y sabroso debido a esos taninos sedosos y dulzones a veces. Final nuevamente frutal de persistencia media.
Copa a copa, el vino convence; encandila y (cómo no) invita de nuevo al trago y a repetir las veces que hagan falta (sin pasarse eh?, que a pesar de ello y aunque no se noten, hay 14,5 graditos de alcohol en este tinto).

Plenamente recomendable y nunca mejor dicho: "un soplo de aire fresco y juventud" en el Priorat. Además se agradece con una buena RCP (pagados en Fira 12€).