A veces, analizar un vino mítico es una misíon imposible o una operación suicida. Todas las condiciones eran desfavorables : el lunes 20 de febrero de 2012 - el día de Santa Amada - tenía cita con María José López de Heredia y esta gran mujer del vino me impresiona, me fascina, me hipnotiza y me reduce a la mínima expresión. Encima, Luis Vicente Elías - en carne y hueso - me hablaba en un perfecto francés. Sentí que Dios estaba a mi lado y me preguntaba, en tono burlón : - ¿ A que huele ? ¿ A que sabe ? Le contesté, tontamente : - ¡ Es un gran Volnay ! Y lamento no poder decir otra cosa ahora. En realidad, me dejé llevar por la emoción : el vino era perfecto, absolutamente perfecto, delicado, intenso, complejo - de conmovedor pureza - y respondía a mis esperanzas. No puedo encontrar palabras para deciros todo lo que sentí : - ¿ 1981, añada histórica ? - Por supuesto que sí : quizás porque el 20 de febrero, amenazaba a España el Golpe del 23 F y porque, un mes y medio más tarde, nació mi hijo.