¡Qué nariz!

Dorado verdoso, limpio y brillante.

Nariz cautivadora, de buena intensidad, con aromas marinos, salinos, ebanistería, almendra amarga, bollería y sensación cremosa, todo muy bien conjuntado, sin estridencias.

En boca entra suave, con tacto incluso sedoso, pero acaba creciéndose, llenándonos de sensaciones secas y salinas, de almendras fritas y notas amargosas. Eterno postgusto salino.

Fue el perfecto acompañante de una cena a base de mejillones al vapor, mojama de atún, queso de cabra y jamón ibérico. Por un momento llegué a pensar que estábamos en la Plaza del Cabildo, sentados en la terraza del Balbino.

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