Picota con ribete que todavía no llega a ser teja. Capa alta. Con brillo y un cierto poso que queda al fondo de la botella después de un par de días de haberla tenido en posición vertical.

Se ha jarreado y hemos esperado casi una hora en probarlo. Aromas profundos y complejos. Hay fruta negra, tonos especiados como la canela en rama, el clavo y la pimienta, también encontramos paluluz, toques cárnicos y sanguinolentos, una madera que no sé si es vieja o nueva levemente tostada, café con leche, caramelo toffee, cacao, cedro, humo de pipa y piedras.

En boca es muy Vega Sicilia. Redondo y sin aristas, aterciopelado, con madera y alcohol conjuntados, con un tanino domado, una notable acidez y esos característicos toques lácteos, férricos y de regusto dulce.

Postgusto largo.

Estos vinos son titanes. El de hoy, un 2004, está firme y joven y no se encuentra ni a la mitad de su recorrido. El problema es saber cuándo le ha llegado su momento, dicen que en añadas normales, no menos de 20 años.

Una reunión familiar, comida con maridaje de varios vinos en el que dejé como postre esta botella de Único 2004 acompañada de un par de bombones belgas Godiva por comensal.

Preparé cuidadosamente una pequeña presentación sobre la bodega y el vino en particular, acompañado de un escueto dosier para cada uno de mis queridos familiares, con el fin de que entrasen en situación de lo que íbamos a degustar y que nos quedásemos con un pequeño recuerdo físico que apoyase el mental de ese momento compartido.

Unas fotos de la bodega y viñedos y por poder compartir con ell@s esta botella que con tantas ganas guardaba para tal efecto, mi primer y nuestro primer Vega Sicilia Único.

Botella 29071 de 87516 botellas bordelesas de este 2004.

Corcho en perfecto estado, salió fácilmente con un abridor de dos tiempos Pulltap’s y un intenso aroma llegó a mi nariz al acercar a ella el cocho.

Dejé abierta la botella 1,5h y después procedí a una ligera oxigenación extra de media hora en decantador estrecho antes de servirlo, controlando durante todo el proceso la temperatura del vino.

Llegado el momento repartí el vino en las copas y empezamos a disfrutar de él.

De color rojo picota muy intenso, con ribete granate y de capa media-alta, limpio y con un brillo magnifico que indica una gran acidez. Lágrima densa y persistente.

En nariz de intensidad alta, profundo y elegante, aparece fruta roja y negra madura muy jugosa (ciruela negra, casis, fresa), aromas lácteos, caja de puros, tostados, cacaos, balsámicos ligeros y madera fina muy bien integrada en el conjunto.

En boca es de entrada amplia y con volumen, de una acidez excelsa y de paso elegante, es goloso, fresco y especiado, fruta negra madura y algo de fruta roja acida, tabacos, confitura de fresas, cedro, cremosos, lácticos, sensaciones minerales, taninos golosos muy bien trabajados y bastante pulidos, ligero amargor al final en un punto muy agradable, un vino largo y persistente.

El maridaje con los bombones fue fantástico, tomados en su justa medida, para prestar el protagonismo al vino, si bien, al ser un surtido, unos casaban mejor unos que otros, los que contenían algún fruto seco y tenían más porcentaje de cacao eran en mi opinión los que mejor se llevaban con el vino.

Disfrutado muy tranquilamente, pasarían 3,5 horas desde la apertura de la botella hasta el final de la cata/disfrute.

Me encantaría volver a probarlo en unos años para ver como envejece ya que abrí la botella a sabiendas que sería un infanticidio, aunque el vino esta en mi opinión disfrutable ahora mismo, de eso no hay duda.

El hermano mayor hizo de postre y pudimos ver como los únicos presentan más estructura, acidez y longitud que sus hermanos valbuenas.

Rojo picota de ribete granate, capa media alta.

Intensidad media, muy equilibrado desde el inicio, notas de fruta , lácticos, cremas, monte bajo y leve recuerdo animal, esta muy perezoso, le cuesta despertarse.

Boca de tanino amable, gran estructura, gran trato, sedoso y cremoso, con potencia y acidez para aguantar unos cuantos añitos e ir mejorando por que ahora puede beberse pero en unos años podrá disfrutarse, gran vino.

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Prolegómenos
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Cata entre 3 buenos amigos preparada con cierto mimo en casa de uno de ellos: un ático en un noveno piso con muy buenas vistas de buena parte de Alicante capital.

Noche fría de principios del mes de Febrero (5 de Febrero de 2015), 3-4ºC en la calle.

Ambiente que podríamos calificar de un poco "cool".

Descorchado el vino 3 horas antes de disfrutarlo. Corcho perfecto, de muy buena factura y poco bañado en vino.

"Utilizamos" de teloneros dos vinos también muy buenos: Manzanilla AB Sacristía Primera Saca 2013 y un Anta 16 Selección "Nuestra Excelencia" 2008 DO Ribera del Duero. Sirvieron para calmar la "sed" de vino e ir comiendo mientras llegaba "el momento". El Anta 16 disfrutó de 1 hora y pico de expansión y gustó mucho a los tres participantes para sus 23.65 euros de PVP en ECI (en cuanto a RCP, probablemente era imbatible si se quiere disfrutar del mismo de aquí a 3-4 años y por un precio relativamente pagable).

Sacamos botellas de tintos, una vez descorchadas, al balcón con cristaleras de mi amigo (cuya temperatura era de vinoteca, unos 13-15ºC, intermedios entre el frío de la calle y el calorcito de la vivienda). El objetivo era que se oxigenarán pero, a la vez, no se nos fueran de temperatura con los 23-24ºC de temperatura del salón comedor de su vivienda (mientras disfrutábamos de la Manzanilla AB Sacristía)

Tomadas notas de cata para no olvidar sensaciones (aunque muchas de ellas son inolvidables).

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Cata de Vega Sicilia Único 2004
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Llegaba el momento de disfrutar de los 250 ml de vino por cada catador de Vega Sicilia Único 2004... copas medidas al milímetro en cada servicio (se sirvió al menos 2 veces por persona juntando copas para que no hubiera agravios accidentales en el servicio).

No utilizamos para acompañar como maridaje más que unos bombones de Ferrero Rocher (2 por catador, nada más). El objetivo era disfrutar del vino sin apenas comida y, en todo caso, un ligero postrecillo de chocolate y frutos secos como podía ser, de forma sencilla, éste.

Visual: rojo picota oscuro de buena capa (media-alta), con ribete con recuerdos granate-cereza-transparente que denota (a pesar de su larga crianza), la todavía juventud de este vino con 10 años. Limpio a más no poder, brillante. Lágrima maravillosa y abundante.

Nariz: con varias horas descorchado es un cúmulo de aromas de todo tipo. Vinazo sin paliativos desde el inicio en nariz. Fruta roja y negra maduras en su punto, maderas finas, toques ligeramente lácteos y minerales, tostados y torrefactos suaves, vainilla, regaliz, canela, chocolates,... cada vez crece más y aparecen más cosas, notas de incienso y algún aroma animal con una elegancia e integración muy pocas veces percibida por un servidor.

Boca: entrada contundente y potente pero suave a la vez, sedosa, golosa, dulces y densos taninos omnipresentes; justamente la "magia" de un vino de esta clase es poseer unos taninos tan poderosos pero, a la vez, tan dulces, sabrosos, domados y bien trabajados para beber incluso ya. Se nota muy fresco y joven en el paso por boca. Acidez excelsa. Muy complejo y con todos sus componentes excelentemente integrados. Final largo, muy largo, deja huella en retrogusto y retronasal a fruta negra madura con tostados, chocolate y cacaos muy muy sabrosos.

Soy novato y jovenzuelo bebiendo vinos de esta Clase. Venido de menos a más y de abajo a arriba, creo que llevo el suficiente tiempo bebiendo vino seriamente (unos 6-7 años), y en Verema (4 años y medio), entre 1000-2000 vinos bebidos... para afirmar que éste es, probablemente uno de los mejores vinos españoles (y mundiales) que he probado calmadamente y con mesura pero, teniendo en cuenta su edad (10 años), en cuanto a edad, al menos en España no he probado nada igual en el compendio que engloba: sutileza, elegancia, complejidad y potencia en la añada 2004.

He bebido grandiosos vinos de Rioja de las añadas 1973, 1982, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 2001, 2004, 2005, pero, a pesar de ser maravillas, son otro estilo diferente al Vega Sicilia Único 2004 actual al que me refiero.

Por buscar un Ribera que haya probado y pueda compararse razonablemente: Pago de los Capellanes El Picón 2003 (una añada en teoría no comparable a 2004); es fabuloso, pero estamos también, EMHO, en otro estilo diferente de vino (aunque sean DO Ribera del Duero ambos). La capacidad de envejecimiento de un VS Único es casi inimitable por cualquier vino de la DO Ribera del Duero (únicamente el Reserva Especial de la misma bodega y, quizás, algún Gran Reserva de los verdaderamente grandes de esta añada dentro de la DO podría hacerle sombra en ese aspecto).

Vega Sicilia Único 2004 es ya un "Grande" que, aunque jovencito todavía (en 2015), es ya un vino muy serio y elegante en una añada fantástica dentro de la DO Ribera del Duero. Probablemente uno de los mejores vinos de España de la añada 2004 y, seguramente, en el Top de los 10 mejores vinos del mundo de 2004 (casi nada).

Habrá que ver cómo envejece. Creo que es conveniente seguirlo en, al menos: 2020, 2025, 2030, 2035 y 2040 (conservado adecuadamente, claro).

Intentaré seguir su evolución pasado un tiempo (espero volverlo a disfrutar con calma, de nuevo y si me es posible, antes de 2020).

Picota oscuro con borde del mismo color. Capa media-alta. Límpísimo y brillante.
Gran abanico olfativo desde el momento del descorche, enseguida nos damos cuenta de que estamos ante un gran vino y ante una magnífica elaboración. Todo presente pero presentado en dosis sutiles: fruta negra, leves punzantes, canela, café con leche, sangre, carne cocida, barrica nueva en la medida justa, cartucho y mineralidad.
Boca amplia, paso muy sedoso y taninos dulces. Sin picos de acidez pero muy fresco. Por ponerle un defecto, el alcohol se sube un pelín cuando se calienta en la copa. Complejo, muy bien ensamblado. Las notas desfilan por el mismo orden que en la anterior fase.
Final largo que deja recuerdos a fruta y vainilla.
Hay quien dice que está joven, seguro que sí, y es indudable que aún le falta materia por desarrollar. Sin embargo, estos "Único" salen tan pulidos al mercado que se beben muy bien en cualquier momento. Distinguido, serio, firme y también seductor.