Valbuena 5º Año 1990
Valbuena 5º Año 1990
FICHA TÉCNICA
Bodega
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
13,00%
Varietales:
Tinta fina 80%, Merlot 10%, Malbec 10%
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 50 a 99,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.46
/
97
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
9,3
ELABORACIÓN
Unos 23 meses en barricas de roble y 33 meses de reposo en los calados de la bodega.
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Opiniones de Valbuena 5º Año
OPINIONES
7

En la cena de Nochevieja llevé un par de vinos y éste fuen uno de ellos. Creo que es la última botella de esta cosecha del 90 que me quedaba, la anterior catada el pasado verano. La abrimos un par de horas antes para que se oxigenara bien. Tapón en perfecto estado que afortunadamente salió sin problemas con el abridor de tijeras estándar. Largo, compacto y tintado en un 80% de su longitud. Catamos a 17°C:

VISUAL: Nos muestra un color rojo picota de capa media con un amplio ribete rubí amarronado, en tonos teja. Lágrima densa, lenta, escasa y gruesa (89).

OLFATIVA: Nos lo llevamos a la nariz y los primeros olores son terciarios, aunque también hay fruta negra madura. Encontramos aromas fúngicos a níscalos frescos, balsámicos de eucalipto, florales de lilas y algo de sotobosque. Verdaderamente su complejidad es apabullante pues cada vez que nos acercamos la copa van asomando nuevos prescriptores. Hay regaliz de palo, especiados avainillados con un toque de cardamomo, notas vegetales de pimientos rojos, cuero curtido, tabaco de pipa, caco en polvo y una cierta mineralidad (mina de lápiz). Nos sigue encantando esta añada, qué barbaridad de complejidad y encima de intensidad media-alta (94).

GUSTATIVA: Y llega el momento más esperado. En boca nos volvemos a encontrar con el vino sedoso y lácteo que recordábamos, una delicia para el paladar. Amplio, suave y elegante hasta el infinito. Su acidez todavía es alta y propone unos taninos dulces y armoniosos. El equilibrio entre la fruta y la madera alcanza su clímax en este Valbuena con un retronasal que nos trae recuerdos de fruta negra en compota, apuntes ahumados y por supuesto con la presencia del roble, parte fundamental de su esencia misma. El post-gusto es muy goloso bajo un fondo especiado de vainilla y coco con una persistencia alucinante, cuatro minutos y 10 segundos. En pleno clímax amigos, para aguantar en todo lo alto al menos 4 o 5 años más con toda seguridad. Tremendo una vez más, uno de esos vinos que se te quedán en la memoria pues su equilibrio y su finura son realmente inconfundibles. Magia perpetrada por el gran Mariano García en pleno apogeo (96).

La RCP ya comenté en mis anteriores valoraciones que fue excelente, actualmente están ya cercanos a los 100 euros, una pena...

MARIDAJE: Sacamos el vino con el plato estrella de la cena, un cordero lechal al horno cocinado a fuego lento durante 4 horitas. Acertadísima elección en el maridaje pues el cordero tiernecito y jugoso pedía a gritos un vino sedosito y elegante, exactamente lo que fue nuestro Valbuena proponía. ¡Fantástico!. Disfrute absoluto y máximo goce una vez más y encima en compañía de mis amigos de Colla del alma. ¡¡ Y que no decaiga !!

Salud-os!!

Teníamos una comida con unos amigos en mi casa y les prometí tres buenos vinos para amenizar una rica paella veraniega. Escogí algo variadito: un Barolo de 1967 (que lastimosamente salió rana), un Rioja Alta 904 reserva del 2001 (muy bueno) y este Valbuena de 1990. Abrí las botellas 3 horas antes de que llegasen y me puse a catar a las dos horas. Decir que puse los vinos tres días antes en la vinoteca a 15°C.

La última vez que catamos este Valbuena fue en Septimebre de 2013 (una de mis primeras catas en Verema) ya hace cuatro años así que veamos su evolución. El tapón salió perfecto, largo y compacto, húmedo y coloreado en toda su longitud. Para ser honestos decir que costó un poco sacarlo aunque entre el abridor de lamas, el de tijeras y mucha paciencia salió íntegro. Catamos a 17°C:

VISUAL: Brillante color rojo cereza de capa media con el ribete de tonos cobrizos. Lágrima muy escasa y gruesa (92).

OLFATIVA: A copa parada emana fuertes aromas a sotobosque, romero, hierbabuena y al igual que hace tres años asoman ahumados y torrefactos. Al agitar aparece la fruta negra en compota así como unos finos especiados de pimienta y comino que acompañan aromas a castañas asadas. También hay florales de lavanda, fúngicos trufados y unas curiosas notas de pimiento al horno (escalibada). Complejo, no deja de mostrarnos su riqueza aromática, notas de tabaco inglés, apuntes minerales a mina de lápiz, regaliz de palo, cacao, café en grano, roble, guindas en licor y un delicioso recuerdo avainillado de fondo. Final un tanto balsámico y dulzón, muy agradable. De intensidad media-alta estamos ante un bouquet espectacular de exquisita complejidad (94).

GUSTATIVA: En boca es donde rompe moldes. Encontramos un vino de gran amplitud, con cierta carnosidad pero eminentemente lácteo, de alta acidez en donde unos taninos muy dulces misteriosamente van resurgiendo a cada sorbo para conferirle una rocosa estructura. Pura armonía entre la fruta y la madera, ensamblaje maravilloso con apuntes retronasales a mermelada de moras, notas fúngicas y recuerdos de montebajo. Pura delicadeza, sutil en el retrogusto con dulzones apuntes especiados de canela y vainilla. Persistencia eterna, casi 4 minutos, minutos de enorme disfrute para recordar muchos años. Creo que me queda todavía una botella más.  Está en un momento bestial pero de verdad que no le veo final. Es una buena muestra de lo que es un gran vino y de lo que es capaz esta bodega máxime cuando el gran Mariano García ejercía su magia en VS. Obra de arte. Maravilloso y memorable (96).

La verdad es que en su pulso con el 904 de 2001 salió vencedor con diferencia.

La RCP por supuesto que es excelente, pagamos 40 euros por cada botella de este increible Valbuena allá por 2013 (como ahora vamos...).

El maridaje con nuestra paella de leña (de pato con setas y caracoles) fue una exquisitez. Combinación ganadora, puntito cárnico, fúngico y herbáceo en ambos lados, una sinergia deliciosa de aromas y sabores perfectamente compenetrados. Enorme vino en maravillosa compañía con amigos y familia. Que más quieres Pepito?

Salud-os!!

Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta.
Nariz de buena intensidad, algo cerrada en el inicio y que aconseja decantación. Con una buena dosis de aire va mostrando limpieza y definición. Fruta roja bien madura, tonos balsámicos y herbáceos, especias, ahumados, tabaco de pipa, café en grano, mina de lápiz. Con más aire deje entrever un mínimo poso terciario, pero apenas protagonista. Muy expresivo.
En boca es un vino joven y pletórico en su curva ascendente, vertebrado por una fresca acidez y con un paso fino y frutal, quedando en el final sensaciones de fruta roja bien madura y trazas especiadas con un tanino presente pero ya pulido, formando un conjunto sumamente placentero. Persistente.
Magnífico en estos momentos este Valbuena 90 y todavía en una fase ascendente y que estará en plena forma por lo menos 10 años más, vino redondo y hedonista, lleno de sutilezas, portador de este inimitable “Estilo Vega” que traspasa zonas y añadas, vinos siempre de gran calidad. Todavía estaba por allí en gran Mariano García y se nota.

Elaborado con un 80% de tinta fina y un 20% entre Merlot y Malbec, se nos presenta este viejecito preparado para la batalla. Ha estado dos años en contacto con la madera entre los grandes tinos, barricas nuevas y finalmente barricas usadas y otros 30 meses en botella hasta su comercialización en 1995.

Al abrirlo nos encontramos un perfecto y larguísimo tapón que ha aguantado como un campeón estos últimos 21 años (que se dice pronto). Es de agradecer que mi amigo y proveedor Rafa haya guardado estos caldos en tan óptimas condiciones de conservación al igual que de agradecer es obviamente la calidad de los corchos usados por tan prestigiosa bodega (casi siempre,je,je...). La botella fue abierta y decantada una hora previa a su consumo.

VISTA: Color granate añejado, casi teja, de capa media con un ribete rojo rubí y destellos añiles. Lagrima no muy gruesa.

NARIZ: Los aromas torrefactos y ahumados nos dan la bienvenida dando paso de inmediato a unos toques especiados, canela y clavo aderezados con unas sutiles notas de trufa negra y cueros. Casi mágicamente, aparecen recuerdos herbáceos de sotobosque, tomillo y hierbabuena. Innumerables matices que no dejan de sucederse, aromas primarios y terciarios se entremezclan en una odisea para nuestro olfato ... Increíble nariz, sublime, colosal...

BOCA: Es un vino untuoso, de taninos pulidos a la perfección y con 23 meses de madera perfectamente integrados, muy sutiles, que le aportan un sinfín de maravillosos terciarios. En retronasal aparecen chocolates, canela y moras que conducen a un final goloso, acaramelado y cremoso. Es terciopelo en boca, un espectáculo de suavidad y armonía, un ensamblaje excelso entre la madera y las viníferas. Un Vino redondo donde los haya. Gran vinazo y excepcional experiencia sensorial. La fama no solo la tiene, se la gana. Enorme Valbuena !!

La RCP fue fantástica pues lo conseguí por 40 euros, un chollazo.

Este viejecito fue cariñosamente maridado con un suculento arroz caldoso de bogavante y gambas rojas de Denia. Excelente matrimonio.

  • Vino Valbuena 5º Año 1990

    Vino Valbuena 5º Año 1990

En la vista color picota con una capa media, bordes y destellos ya marrones, lágrima de densidad media.

En la nariz intensidad media, con la fruta de tipo de tipos varios, siendo generoso en sensaciones, detalles terciarios

Al paso por la boca, se muestra con una elegancia, se nota la acidez aún de buen nivel, y pasa bien sin poder definir de forma clara más sensaciones.

Vino que aun está bien en forma, pero que me ha resultado difícil de describir pero fácil de beber, en el buen sentido de la palabra.

Cata realizada en el encuentro de Verema 2013.

Decantado unos 20 minutos antes de la degustación.Color cereza de media capa,con el menisco anaranjado.En nariz se muestra fino y con multitud de registros,fruta rojos(fresas,cerezas),aromas florales(lilas),algo de cuero y un fondo de vainilla.En boca es pura seda,frutal,los tanínos perfectamente pulídos,una buena acidez aún y un largo final.Que bueno!!!!!!,y que gustazo beber estos vinos con 16 años a la espalda y que aún durará unos añitos.

A pesar de sus 16 años de vida mantiene un bonito color granate de media capa, siendo el ribete en donde se aprecian tonos más atejados. Decantado más o menos como cuarenta minutos antes de beberlo, el vino presenta una nariz elegante, con ligeros aromas terciarios en sus inicios, una base especiada fina y unos aromas como de hongos. Se va abriendo a lo largo de la noche y todavía aparecen recuerdos de fruta negra madura, ligeros cacaos. En boca el vino es elegancia y finura en estado puro, sutil, perfectamente equilibrado, sedoso y suave manteniendo un punto de acidez que le da viveza, muy largo. Delicioso, lo malo es que solamente había una botella, pero estaba para beberse alguna más.

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