Cata de lujo por la compañia , el sitio y una maravilla de botella formato magnum. El vino nos dio de cal y de arena. Cierta mejoría repecto a la añada del 2008 pero sin acabar de enamorar ni de alcanzar las añadas 05, 06 y 07. Vino como siempre elegante, balsámico, toques de tinta, regaliz y goma, matorral. Frutos negros verdes poco maduros. Postgusto corto, escaso y precio elevado son los matices negativos junto a alguna astringencia inicial que ciertamente cedio a lo largo de la cata. En mi opinión, las expectativas con las que cada año abrimos este vino, nuestra fidelidad a la bodega y el elevado precio, llevan un tiempo no cumpliendo las expectativas con las que nos entregamos a Artadi como incondicionales

Probar cada añada de este vino siempre se convierte en un momento mágico y excitante. Esperamos un gran vino, elegante, fino , complejo, equilibrado e impactante. Y un año más volvemos a encontarnos con casi todas estas características excepto la ´´ultima( y la última también cuenta). Esta añada 09 se muestra llena de registros que exigen paciencia y que es probable todavía puedan desarrollarse más: tintas, fruta compotada fina y elegante, sutiles tostados, bosque seco, matorral , en perfecta integración y equilibrio, con potencia e intensidad media, pero sobre todo con extrema elegancia. En boca está todavía pendiente de pulir ciertas asperezas leves de entrada, pero resulta voluminoso, amplio, balanceado, con recorrido equilibrado, frutal, sin que nada exceda, pero tambien sin que nada deslumbre, incluso con alguna decepción como su corto y estrecho postgusto( singularmente más corto que otros años). En cualquier caso, siempre un placer, mayor si cabe por su formato magnun, pero no comporable al placer de catarlo con su dueño y mis dos grandes amigos.

Vino en proceso de crecimiento con un largo camino por delante. Se presenta ante ti en plena adolescencia enseñando su maravilloso color rojo picota de capa alta y su hermoso ribete violáceo. En nariz se aprecia una sinfonía de fruta roja, una sugerente humedad con un fondo de piedra mojada. Mineralidad y especias por doquier, asomando ese recuerdo de pastilla juanola. Un vino opulento, con volumen, unos taninos bien integrados y una carnosidad que se mastica.

Un vino de guarda que si en este instante ya es puro espectáculo ni imaginar lo que será en unos años.

Concentración e intensidad sin ofender, sin dolor, con placer. Me cuesta sacarle lo que lleva dentro (muestra escasa) te acerca pero no te mete. Entonces surgen las sabias palabras de Juan Carlos -saber esperar sin que se note- Es maravilloso, fino y elegante, distinto y singular, con notas muy expresivas de fruta madura y humus. Te acerca a la viña al terreno con una mineralidad, profunda e inquietante. El vino se esta haciendo y hay que esperar.

En boca es increíble que entre tan suave, sedoso, grande y concentrado. Hay alcohol, calor, fruta negra, balsámicos, colofón de todo lo anterior (nariz).Termina (si es que lo hace) con una excelente frescura y maravilloso paso de boca, sedosidad y elegancia.Persistencia, larga,larga.Eso hoy ¿que será?

A esperar sin que se note.