Dorado intenso limpio y brillante, burbuja apenas perceptible.

Nariz intensa, compleja, madura, de una elegancia sublime. Notas de flor marchita, frutas blancas en madurez, ligeras trazas reductivas, vainillas, frutos secos, miel, especias, cítricos en confitura, ahumados y balsámicos. Una nariz de ensueño, llena de matices, llena de encanto y profundidad, de la que no paras de percibir sensaciones.

En boca se muestra en plena forma, es redondo, largo, incisivo, mantiene una soberbia acidez y es encantador en el paso por su ligereza y su carácter vínico, con una burbuja apenas apreciable. Final largo que nos deja sensaciones de frutos secos, frutas maduras y tonos ahumados. Persistente. Equilibrio absoluto.

Pedazo de Champagne, sin duda la mejor botella de Cristal que he probado nunca. Esto es lo que esperamos de esta mítica Cuvée, ese perfecto balance entre madurez y juventud que solo logran los más grandes y que además confirma las buenas sensaciones que la añada 93 nos está transmitiendo en la zona. Fabuloso.