Marqués de Riscal Gran Reserva  2005
Marqués de Riscal Gran Reserva 2005
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
14,00%
Varietales:
90% tempranillo, 8% graciano, 2% mazuelo
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 30 a 49,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.95
/
95
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,7
ELABORACIÓN
El vino Marqués de Riscal Gran Reserva 2005 ha sido elaborado partiendo de viñas viejas de más de 80 años. Seleccionado el vino para gran reserva tras la unificación de la cosecha, éste pasa a barrica de roble francés, donde permanecerá entre dos años y medio y tres años, más otros tres años en botella antes de su comercialización.
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Opiniones de Marqués de Riscal Gran Reserva 2005
OPINIONES
61

Color rojo picota en el que sólo se puede observar su edad por las notas pardas.
Ataque aromático terciario revelando tostados y especias dulces (vainilla, canela). Al poco asoman notas frutales de cereza en licor junto con cítricos de piel de naranja y los más concentrados de la ciruela pasa. Cierra abanico con madera de caja de puros y tabaco rubio.
Elegancia en ataque que lo acompaña en el largo recorrido. Tanicidad suave y golosa que da cuerpo a una estructura que impone con su seriedad y fineza. Complejo y profundo, nunca pierde la frescura de una gran acidez.

Visual:

Cereza picota con menisco tirando a atejado.

Olfativa:

Terciario. Hay caja de puros y tabaco rubio. Encuentras canela, fruta roja ácida, ciruela tirando a pasa, compota y cáscara de naranja.

Gustativa:

Es frutal, el tanino es goloso y el final es ligeramente amargoso. Hay frescura, es envolvente, sabroso, equilibrado y tiene buena acidez. Un jovenzuelo muy disfrutable es este instante.

El vino Marqués de Riscal Gran Reserva 2005 tiene un color rojo picota en el que las tonalidades parduzcas son ya indicadoras de sus 10 años de edad.
En nariz se abre con aromas tostados, cueros, madera de caja de puros y guindas en licor. Pinceladas vinosas y también fragancia de tabaco rubio. Notas frutales de ciruelas pasas y piel de naranja se incorporan conformando un perfil aromático fiel a su origen, de alta intensidad y creciente elegancia.
En boca tiene un ataque de gran finura, se muestra muy sabroso, con un tanino dulce y meloso. Una acidez excelente envuelve su marcada estructura con frescura, su largura te permite regodearte durante su pausado paso.
Un vino intensamente disfrutable, para dejarte llevar por él y con él, para olvidarse del mundo.

De buen aspecto, color granate y menisco del mismo color con capa media alta.
En nariz me parece un vino fragante, sin excesos, atrae nuestra atención, aromas que nos llevan a su origen, a su tierra, a su estilo.
Se suceden las notas de especies dulces de la crianza, especialmente resaltan la vainilla y la canela. La fruta, también muy presente, con notas de ciruela madura, casi confitada, notas de cascara de naranja y notas de tabaco, de caja de puros.
En boca es sabroso, tiene un tanino maduro, goloso. En evolución en boca la acidez aporta tu toque de frescura. Es muy elegante y complejo. Hay muy buena estructura. Hay complejidad y longitud.

Color picota de capa meia-alta con ribete atejado.

En nariz se perciben aromas de frutilla roja y negra en compota que denotan cierta madurez. Guinda en licor, canela, tabaco y cacao, con un toque tostado y ahumado.

En boca confirma la complejidad que se atisbaba en nariz. Dulce y fresco, con un tanino sabroso y equilibrado, buena acidez. Se perciben especias y frutilla negra en un paso elegante, con potencia y complejidad. Final largo y amargo.

Le queda un largo recorrido...

Color cereza con ribete en el que ya asoman los atejados. Brillante. No parece que sea un vino con 10 años.
En nariz intensidad media-alta, importantes terciarios aunque todavía conserva fruta muy madura, licorosa.
En boca tiene una buena entrada, fluído, acidez interesante, ciertos amargores, ligeramente astringente. Le queda vida para rato.
Un placer como siempre compartir las catas virtuales, gracias a Verema y a la bodega.

Picota con menisco atejado. Intensidad media, lágrima también de tamaño medio. Buen brillo y limpio. En nariz hay intensidad alta, recuerda a rioja clásico y de calidad, fruta madura,tirando a negra. Notas de crianza ahumadas. Va sacando esas cerezas en licor, maderas de calidad, cueros y terroso. Notas de cedro, toffee y especiados. Incluso me recuerda a incienso. En boca se le ve entereza todavia, más estructura de la que me esperaba. Entra con suavidad pero coge volumen y peso. De acidez anda sobrado, buena retronasal, se conserva bien, aparenta menos años. El tanino aún puede domarse un poco pero no molesta. Complejo, fresco y con algo más de estructura de la esperada.

Bonito diseño, clásico, marca de la casa.
Presenta color cereza, capa medio-alta, ribete atejado.
Hay tostados, caja de puros, especias (pimienta), balsámicos, también fruta negra muy madura, así como cueros y notas licorosas, regaliz.
En boca hay también fruta negra, con buen volumen, gran presencia de tostados y especiados, así como balsámicos. Elegante, clásico, estupenda estructura, redondo. Persistencia media, muy agradable.
Nuevamente gracias a Verema y a Marqués de Riscal por esta experiencia. No ha sido la primera y tampoco será la última.

Voy a omitir “las ramas” para centrarme en “el bosque”. Da gusto reencontrarse con lo clásico, lo auténtico, las raíces. Cuántas veces nos dan pereza los riojas de toda la vida, por sus perfiles un poco pasados de moda, o incluso trasnochados. He aquí un vinazo, de los que recuerdas, te reconfortan y te hacen sentir “como en casa”. ¡Enhorabuena!

Color rojo cereza con el ribete también cereza pero difuminado. Capa media. En ningún momento he visto colores atejados que denotaran evolución, parece mentira para esos 10 años que tiene el vino.

Nariz de buena intensidad y compleja. Aparece de entrada fruta negra en sazón, tostados como tabaco, caja de puros. A medida que se oxigena van apareciendo musgo, tierra húmeda, pimienta negra cuero, ligeros aromas cárnicos. Muy buena nariz, con aromas bien definidos y de gran calidad y esos aromas a sotobosque que acompañan en todo momento. Con más oxigenación continúan apareciendo aromas de sotobosque como hojas secas húmedas, algún atisbo de hongos, tonos lácteos y balsámicos.

En boca refrenda lo que apuntaba en nariz. Vino amplio, hasta opulento, sabroso, casi salino diría yo, muy redondo aunque con alguna ligera arista del tanino pero de esas aristas que me gustan en un vino. Buena acidez que le aporta frescura y ligeros amargos finales de calidad, de esos que te alargan el vino en la boca. Postgusto muy frutal y agradable. Invita a continuar bebiendo.

En definitiva, un muy buen vino que hemos podido disfrutar gracias a Marqués de Riscal y Verema. Muchas gracias de nuevo.

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