-Fase visual: Color ámbar, reflejos caoba, intensidad de color alta, lágrima densa, límpido y brillante.
-Fase olfativa: Franco en nariz, aromas golosos de frutos secosy aromas nobles de madera, oxigenamos la copa y percibimos aromas de tostados, vainillina.
-Fase gustativa: Entrada cálida, ciertas notas golosas al inicio, seguido de amplitud de sabores como vainilla, avellana garrapiñada, barniz, almazara, uvas secas, caramelo tostado, alcohol presente pero bien integrado, final ahumado y posgusto largo.
-Tipo de copa: Copa de balón marca Riedel.
-Temperatura de servicio: Evidentemente solo está cálido y con cierta nota ardiente y con hielo sale más la fruta de hueso confitada, a gusto del consumidor.
-Armonía: Quesos azules, frutos secos, chocolates, puros.
Color caoba con ligeros destellos yodados.
Es intenso y sutil en nariz, con un alcohol perfectamente integrado en el conjunto. A los habituales toques de frutos secos, maderas nobles, vainillas y balsámicos le añade unos recuerdos de pasas (ciruelas y uvas) procedentes de su curiosa crianza. Sin duda estamos ante un brandy original.
En boca resulta rico, fácil de beber y amable. De paso firme y untuoso, con una gran elegancia, deja recuerdos balsámicos en el final que dicho sea de paso es largo y persistente. Queda una curiosa presencia del azúcar residual de la crianza, algo que le otorga un especial carácter.
Un brandy muy curioso, de gran calidad, aunque para mí algo inferior al OV, ya que prefiero los brandies más secos. No obstante se trata de algo muy especial y que gustará al que quiera probar algo distinto y auténtico. Unos 32 euros, correcta RCP.
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