Fotos:
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Grandioso Islay single malt ecocés
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Contraetiqueta de la caja
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Contraetiqueta
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Con un Helado de guanábana, Café expreso y un Pacari de Cedrón
Emocionante...
NOTA DE CATA:
9.81
CALIDAD-PRECIO:
8,5
Cuatro años y medio después volvemos con este grandioso whisky escocés, un clásico entre los clásicos y unos de mis favoritos. Tuvimos la botella un ratito en la nevera, lo sacamos y servimos a 12°C para su valoración.
VISUAL: De color ambarino con tonalidades ocres, reflejos ambarinos y muy cristalino. De lágrima abundante, esbelta y transparente (95).
OLFATIVA: En nariz es una auténtica salvajada. En nuestra anterior valoración le dimos un 100, ahí es nada, una amalgama de aromas apabullante. Los primeros que percibimos son yodados, de algas marinas, salinos, con la turba y los ahumados muy presentes. Con notas herbales silvestres, de brezo y plantas de infusión (tila y manzanilla), frutos secos (avellanas tostadas), especiados intensos de fenogreco, canela y vainilla, un no parar. También percibimos apuntes de almendras amargas, de cáscara de naranja, con un puntito ajerezado que le proporciona su crianza, con sutiles fragancias florales de lavanda... podríamos estar horas y horas descubriendo matices, ahora la salinidad, la sensación de estar oliendo las olas rompientes del mar escocés, y por supuesto con la aparición de la madera, roble intenso, marcado y auténtico, con esos tostados y ahumados tan particulares de la casa. La verdad es que no hemos olido nada parecido en whiskies. En rones quizás algo similar en los rones Zacapa, pero esa autenticidad se merece de nuevo la máxima nota (100).
GUSTATIVA: Nos refrescamos las papilas con agua fría y procedemos. Es algo emocionante, tiene una intensidad y una salinidad picantosa de entrada, con notas de de pimienta blanca, con ese sabor salino y yodado que te llena la boca, alcohólico y potente. El tacto es muy cremoso y amable, con la licorosidad "in crescendo" sorbo a sorbo y con las notas salinas y yodadas marcadas a fuego en el post-gusto. También percibimos frutos secos y un puntito láctico de natillas y crema inglesa, medio dulzón. Un whisky cálido y amoroso, voluptuoso, con la salinidad de fondo inundando la boca, como si mascásemos un cachito de mar, con el puntito del carbón y la turba, alucinante. junto con el Glenfiddich Project XX, mis dos whiskies favoritos. Algo espeluznante, con muchísimo que decir, me encanta (98). Y por cierto nada que envidiar a muchos whiskies de 21 años.
La RCP pese a que ya nos costó casi 90 euros, me parece muy buena, es de lo mejorcito.
MARIDAJE: Nos lo hemos ido tomando en las sobremesas, acompañando helados, café expreso y chocolates variados. Una auténtica delicia amigos.
VIDEOCATA: https://youtu.be/_71DFYhswQ0
Salud-os!!