Un privilegio me parece a mí contar con un hotel así en Aragón. Después de muchos años de deterioro y olvido en poco más de 3 años la estación internacional de Canfranc ha sido remozada de arriba abajo; esta obra, visto lo visto, se ha hecho con un gusto y delicadeza por el detalle fuera de lo común, tanto en su interior -hall de paso público y el resto de instalaciones del hotel- como exterior, la maravillosa playa de vías convertida en un espacio verde en al que han mantenido multitud de hitos ferroviarios. De nueva construcción un apeadero muy funcional que no rompe la estética del lugar. Queda bastante todavía por reformar en el resto de espacio pero lo ya hecho -reitero- me parece espléndido.

Después de esta necesaria introducción vamos al grano: tuve oportunidad de pasar 2 noches en el hotel, perteneciente a la cadena Royal Hideaway y regentado por Barceló. Es un 5*GL inaugurado a finales de enero.

El hall es magnífico, mantiene prácticamente íntegro todos los detalles que hicieron de esta estación una de las mejores de Europa en su momento, fue inaugurada en 1928. Presenta una zona de paso público para permitir el paso directo desde el nuevo apeadero hasta la entrada principal del edificio. A los lados unos sillones para huéspedes. Trámites de entrada un poco largos para haber hecho previamente el check-in online, se ven aligerados por una amable invitación a copa de cava o agua perfumada por parte del botones. Nuestra habitación era una doble de luxe superior, situada en el 1er piso con vistas a la zona izquierda del valle. Largos pasillos en tonos verdes, múltiples fotografías de la estación antigua y decoración en todos los lugares de motivos ferroviarios. Armario grande y bien distribuido, caja de seguridad muy correcta, uso del aire acondicionado y de la iluminación muy sencilla. Cama king-size, comodísima, baño con WC separado del resto, bañera de fácil acceso -por suerte-toallas, albornoz, adminículos de aseo de muchísima calidad. Un gran aparato de TV queda enmarcado delante de la cama, ha de ser grande porque está alejado de la misma. En resumen la habitación cumple con creces lo que yo espero de un hotel de su categoría.

Hice uso del bufé de desayuno, muy completo y de igual calidad, del restorán, del cual haré comentario en la sección correspondiente, del gimnasio pequeño pero bien equipado, y del Spa-Wellnes, en este caso incluido en la tarifa de mi habitación.

Es ésta una zona preciosa de piscina climatizada con algunos chorros de agua y tumbonas, con una música relajante. Durante la estancia te convidan a un cóctel sin alcohol muy agradable.

Además pude disfrutar de un Lounge-Bar precioso; teóricamente sólo abre de miércoles a sábado pero en martes también abrieron; a pesar de que no estaba la Barman titular (al ser un amujer imagino se dirá Barwoman) un camarero ejerció el papel dignamente. La cafetería del hotel es muy bonita también.

El personal del hotel es muy joven, falta un poco de rodaje pero es muy amable y servicial y la atención fue muy buena en todas las instalaciones.

La guinda del pastel son 2 vagones-restorán que abren para mediodía de miércoles a sábado. Allí ofrecen un menú gastronómico que no me animé a probar, otra vez será.

Para mí el único punto de crítica seria es que el hotel no dispone de una sala de descanso, lectura y relajación para los huéspedes. Los sillones del hall no reúnen para nada esas características. Así mismo el hecho de que la coctelería no abra todas las noches es un fallo; puedes tomar una copa bien servida pero cierra a las 12. Otro punto delicado es el acceso a las instalaciones de restauración para los no alojados, muy restringida hasta la fecha.

Reservé en la página web del hotel, estancia de 2 noches entre semana (noches del lunes y martes), tarifa de 265€ una noche y 255 la siguiente. Visto lo que valen los hoteles de 3 y 4* en las grandes capitales españolas, y lo que valen por toda Europa no ya los de 3 y 4 sino los de 2 y 3*...pues creo es una RCP excepcional para lo que ofrece. Además de lo que supone estar alojado en lo que fue un hotel de campanillas hace casi 100 años, en el que los poderes públicos han invertido un montón de dinero en su remodelación; está vez sí que les aplaudo de verdad. El entorno paisajístico,...no se puede describir con palabras, hay que verlo.