Pequeño y tranquilo hotel situado encima de la playa de loureiro y con magníficas vistas a la ria de Pontevedra.
Sencilla y limpia habitación con terraza con muy buenas vistas desde la que se domina Sanjenjo y Portonovo.
Amplia cama de matrimonio, cómodo colchón, Tv de plasma, aire acondicionado y calefacción. El cuarto de baño es pequeño, con ventilación directa y su bañera está dotada de cortina. Como la bañera era ancha no te daba la "lata" a la hora de las duchas.
En el baño los utensilios imprescindibles, jabón, gel y champú. Toallas correctas.
En el precio está incluido el desayuno que era de bufet, el cual era correcto, con zumos naturales, fruta fresca, buena bollería y pastelería, buén cafe, trato profesional, atento y amable y un gran aceite de oliva virgen extra de la provincia de Orense.
Facil aparcamiento frente al hotel, supongo que en verano es mucho más dificil.También disponen de aparcamiento privado muy cerca del mismo.