Rojo cereza de capa alta y pequeño ribete ocre. Nariz muy compacta, frutal madura, mentolada y bajo unos aromas de frutas del bosque en mermelada. Hay notitas tostadas, ahumadas, vegetales, de cacao y menta, de sotobosque y terrosas, bañadas en piracina. Hay tierra de maceta, maderas en descomposición y hojarasca. Quizás un recuerdo fúngico que se combina con algo de la serie animal, podría decir que es caza con champiñones y con algo de cueros / terciarios. El carácter frutal otoñal y vegetal siempre esta presente, por lo que es un vino con un bouquet complejo, hay hasta notitas cárnicas de naturaleza muy noble que se mezclan con la pimienta. En boca es muy rico desde el ataque, tostado, frutal maduro ( ciruelas bañadas en cacao ), especiado y empireumático, con signos de licor de ciruelas. Ostenta buena acidez a pesar del peso y concentración frutal, tan propio de esta querida variedad mediterránea. Paso de boca vegetal, frutal, especiado y levemente amargoso pero cremoso / tostado, sensación que llega hasta el posgusto donde sale la notita de cacao con menta. Esta en perfecto estado, es una maravilla comprobar como estos vinos aguantan tanto. Una gratísima sorpresa que tenía guardada en el fondo de armario de mi Bodeguita ( ahora en transición ) y con una relación calidad precio que se pierde, ya que habría que empezar a hablar de relación tiempo – emoción. Era mi última botella, sueño con encontrar alguna otra escondida en los nichos, si la encuentro la sonrisa en mi cara será evidente y me será grato compartirla, telemáticamente, con ustedes.

Picota morado, con tendencia morada de capa media.
Olor muy potente, mucha fruta roja y tostados.
En boca medio cuerpo, un poco acuoso de entrada, mucha suavidad y elegancia, muy buen equilibrio y acidez, gran frescor en boca, buen retroolor , medianamente largo con sensaciones frutales en postgusto. Un vino realmente excelente y con espléndida RCP ( 5, 60 €;).