Estupendo servicio

Cena de viernes noche en este coqueto restaurante decorado como su nombre indica estilo (bodegua-taberna), pequeño pero acojedor, muy limpio y con un servicio muy bueno y por nuestra parte de la mano de Irene que en todo momento fue cercano y destacadamente simpatico.
La mesa como han destacado en otros comentarios esta correctamente vestida, coperio, vajilla etc.
Metidos en materia pedimos:
al sentarnos dos cervecitas que nos las acomapañaron con unos cacaos, de entrantes pedimos las anchos doble cero del cantabrico (que estaban muy buenas pero para mi gusto le sobra la especia que le ponen, creo que albahaca, ya que esta resta el sabor de la anchoa), brocheta de cigalita fresca con boletus y gabardina de tocino ibérico con reducción de gamba rayada ( esta tambien muy buena y fresca), manitas deshuesadas con morcilla de Ontenient ( he de decir que a mi no me entusiasman las manitas...pero con la morcilla entraron bien), calamar de playa (que estaba estupendo de sabor y frescura) y despues de los entrantes pedimos una paletilla de cordero de lechal con pure de patata ( con el pure no pude y la paletilla estaba rica pero casi demasiado crujiente, quiza un poco mas jugosa habria estado mejor) y solomillo de ternera gallega ( que este si que estubo ok).Cabe destacar que toda la materia prima fue de nivel y acompañada con algun guiño creativo.
Con los postres no pudimos y nos sacaron una copas de cava con mandarina buenisimos y refrecantes, para beber pedimos El Albar, el servicio de este fue muy correcto.
Y para rebajar la cena pedimos unos ginc de G-vine (seca) bien servida, que nos acompaño el final de la cena charlando tranquilamente.
Muy recomendable y desde luego repetiremos.