El grupo Gastroadictos está que se sale abriendo locales por Valencia que incluyen la opción del esmorzar valenciano. Hace poco tiempo que abre este local en una zona de expansión de Valencia desde hace años pero que ha estado bastante huérfana de locales de restauración hasta antes de la pandemia.

El local es muy amplio con la barra a la derecha de la entrada y a la izquierda las mesas del comedor interior; tiene además una terraza exterior cubierta y además una terraza exterior junto a un pequeño huerto en jardineras de las que se surte para la gastronomía. Por si fuera poco hay un piso superior de todo el espacio del comedor interior con su barra y su cocina.

Nos sentamos en el exterior sin cubrir ya que el edificio por su altura, produce sombra sobre todo el espacio. Hay mesas y sillas alejadas de las cerveceras dan cierta comodidad aunque el tamaño es casi para individuales (imposible para tres comensales) pero tiene cierta separación.

El servicio es profesional, nada de jóvenes inexpertos. Hay muchos comensales y se resiente un poco la velocidad de salida de encargos. Rápido viene la bebida que ha sido una copa de vino servida desde cocina más la gaseosa correspondiente; junto a ello vienen unos pocos cacaos fritos pelados básicos y unas pocas aceitunas que luego ha resultado lo único incluido en el precio pues la bebida (incluido el café o cremaet) se cobra aparte.

Tiene variedad de opciones de bocadillos y uno especial durante este mes. El tamaño del pan puede ser medio, entero y no sé si hay uno mayor; nos quedamos en el entero que resulta ser un bocadillo de tamaño de la media barra lo cual mejoraría la facilidad de comer pero en una posición de favorecer al cocinero y no al comensal, viene abierto de par en par facilitando el rellenado y manchando al comensal con más facilidad. La calidad del pan es buena y mejora con un paso por plancha.

Ambos nos decidimos por el especial del mes:  Valencia Secreta que con lleva longaniza, pasta de morcilla con piñones, (morcilla deshecha que facilita el comer), pimiento, habitas, salsa especial y un huevo frito que por supuesto hay que andar con cuidado porque su pones el pan vertical para morder, al estar abierto por ambos lados chorrea sin piedad. Magnífico de sabor muy acompañado por la salsa y no table en cantidad de relleno. Muy recomendable.

Por supuesto acabamos con dos cremaets correctamente (sin más) preparados.

Como los del resto del grupo, buenos almuerzos en un ambiente más chic y sin incluir lo habitual el precio, pero sin perder de vista la calidad de producto y buena elaboración.