Bodegas Calar está enclavada en la Finca Montanchuelos, a orillas del río Jabalón, en pleno Campo de Calatrava.
Sus viñedos en ladera, sus suelos volcánicos, su cultivo tradicional y la producción hecha de principio a fin dentro de la propia bodega hacen de ella una isla en la inmensa extensión de La Mancha.
La zona del río Jabalón ha estado habitada desde el principio de la civilización. Asentamientos de la Edad del Bronce, oretanos, romanos, visigodos y musulmanes se fueron sucediendo hasta que, después de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, la Orden de Calatrava creó la Encomienda de Montanchuelos.
A lo largo de los siglos fue considerada como una de las mejores fincas de la Mancha: viñedos, cereales y olivos fueron la base de su prosperidad. Tal es su valor que fue otorgada al general Palafox por su heroica defensa de Zaragoza contra Napoleón.
En 1990 fue adquirida por Juan José Moreno Alarcón, manchego de nacimiento y enamorado de su tierra. Con un entorno casi intacto y con toda esa historia a sus espaldas, su intención no era otra que devolver a Montanchuelos el lugar que le correspondía, y este sueño se materializó en 2005 con la fundación de Bodegas Calar.
Hoy sus hijas continúan al frente de la bodega, siguiendo siempre el objetivo inicial: mantener el carácter familiar y conseguir unos vinos con producciones pequeñas, cuya calidad esté fuera de toda duda.
En nuestra idea se combina perfectamente la tradición con la actualidad: el respeto a la viticultura artesanal, realizando a mano todas las labores del campo, se complementa con el apoyo que aportan avances tecnológicos tales como el moderno laboratorio o el equipo de humectación y control de temperatura en toda la bodega. Todo ello configura un proyecto innovador, de largo recorrido, y, sobre todo, ilusionante.
El río Jabalón es el centro de la zona volcánica de la comarca de Calatrava, y este vulcanismo reciente ha contribuido de manera decisiva a la composición peculiar de sus suelos. En esta tierra crecen 100 ha. de Tempranillo, todas ellas dentro de la finca.
Sabemos que un buen vino empieza por un buen viñedo, y por ello buscamos cultivos tradicionales y cuidados naturales no agresivos, esos que a lo largo del tiempo han demostrado ser los más respetuosos con el entorno. También somos conscientes de la gran importancia de los rendimientos bajos, de manera que limitamos la carga de nuestras cepas a 2 Kg.
Vendimiamos a mano en cestas de 10 kilos; el viñedo rodea la bodega, así que los racimos llegan inmediatamente a las dos mesas de selección.
La sala de fermentación cuenta con depósitos de acero inoxidable con temperatura controlada, lo que nos permite hacer maceraciones prefermentativas en frío.
Para la crianza utilizamos barricas francesas de las mejores tonelerías. La madera establece diferencias fundamentales en nuestros vinos, ya que Ábrego se cría en barricas de segundo y tercer uso, mientras que Calar del río Mundo lo hace en barricas nuevas.
Todo el proceso que lleva a conseguir el vino, desde el viñedo hasta el embotellado, se realiza en nuestras instalaciones.
Ha heredado de su padre el amor a Montanchuelos y el nivel de exigencia. Historiadora del Arte y pianista vocacional, piensa que el vino, con todo lo que tiene de proceso multidisciplinar y creativo, debería estar considerado dentro de las Bellas Artes.
Nacido en Valladolid y Director Técnico desde 2011, su llegada a Bodegas Calar marcó un antes y un después.
Inconformista, entusiasta y perfeccionista, desde el día en que conoció Montanchuelos y comprendió su potencial, hizo suyo nuestro proyecto y se puso a él con toda su energía.
Entró en la finca para trabajar en el campo, y a fuerza de ganas de aprender y de tesón se ha convertido en el capataz de la bodega. Su dedicación es incondicional: es el hombre de confianza de José Carlos y el encargado de realizar puntualmente los trabajos.
Vino de la Tierra de Castilla. 100% Tempranillo. Doce meses de crianza en barricas de roble francés nuevo.
Color rojo picota muy intenso de capa media alta.
En nariz se muestra vigoroso, con aromas de fruta negra madura, moras, ciruela negra, mineral y especiado con notas de regaliz y hierbas del bosque. especias, regaliz y hierbas del bosque.
La madera es limpia y bien integrada, notas de canela y ligeros tostados.
La boca es muy intensa con taninos dulces y maduros, largos hasta el final de la boca, con un retrogusto frutal y muy complejo. Muy equilibrado en vigor, frescura y elegancia.
Cosecha 2012: 13.700 botellas
Vino de la Tierra de Castilla. 100% Tempranillo. Nueve meses en barricas de roble francés y americano de segundo y tercer uso.
Color rojo picota con ribetes violáceos.
Aromas a fruta roja madura, bien ensamblados con una madera sutil y limpia. Resalta la frescura y los aromas a regaliz, hierbas del campo y arcilla mojada.
En la boca es amable, fresco y largo con taninos dulces y persistentes que se alargan hasta el final de la boca.
Cosecha 2012: 27.400 botellas
Vino de la Tierra de Castilla. 100% Tempranillo. Doce meses de crianza en barricas francesas nuevas.
Color púrpura muy intenso, casi opaco.
En nariz es muy complejo: muestra intensos aromas de fruta negra muy madura, ciruelas pasas, vainilla y especias, con elegantes notas minerales y de terruño.
En la boca es fresco y vigoroso pero a la vez amable, con un buen equilibrio de acidez y estructura tánica, elegante, con notas cremosas de la madera perfectamente integrada.
Es muy largo y lleno de matices que resaltan al final de la boca.
Cosecha 2011: 8.600 botellas.
Vino de la Tierra de Castilla. 100% Tempranillo. Ocho meses de crianza en barricas francesas de segundo y tercer uso.
Color picota con ribete púrpura, capa media alta.
Muy expresivo e intenso, con aromas de frutas rojas, bayas y frutos del bosque. Al agitar la copa aparecen nítidamente toques especiados, de café y torrefactos. La madera es limpia y está bien ensamblada con la fruta
En la boca es fresco, carnoso y potente. Vuelven a salir aromas de fruta negra madura. Taninos muy sabrosos, golosos y con gran potencial.
Final largo, donde destaca de nuevo la cremosidad de sus taninos.
Cosecha 2011: 16.000 botellas
Vino de la Tierra de Castilla. 100% Tempranillo.
Limpio, brillante, de intenso color rojo picota con ribete cardenalicio y e irisaciones añil, de capa muy alta y con mucho color.
En nariz es intenso, limpio, con algún toque láctico y de flores malvas pero, sobre todo, muy frutal, fresas, zarzamoras. Tiene un aroma que resulta armonioso y fresco.
En boca es sabroso, afrutado, con volumen y amplitud, tanino vivo, estupenda frescura y final de boca de mucha persistencia.
Cosecha 2014: 4.000 botellas
Vino de la Tierra de Castilla. 100% Tempranillo.
Color cereza , brillante, capa media-alta y lágrima abundante.
Aromas de fruta roja madura, compota de fresas. Fresco y armónico.
Buena entrada en boca, sabroso, equilibrado, con buenas notas de ligero amargor, constantes y agradables, buena acidez y frescura, goloso y carnoso, con gran persistencia. Final largo, postgusto de fruta roja y retronasal intensa y larga.
Cosecha 2013: 1433 botellas
El equipo de cata de Verema.com cató el vino Ábrego Tempranillo 2012 de Bodegas Calar con motivo de su inclusión en la selección del Club Verema del pasado mes de febrero. Aquí os dejamos el vídeo:
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