El vino sigue estando en muy buena forma.

Ahora los aromas tienen menos potencia y han ganado en elegancia, siguen las notas frutales en primer termino, también se detectan finos tostados, minerales, regaliz, balsámicos, las especias más presentes, ahumados y maderas finas, sigue siendo muy complejo y ha ganado en delicadeza.

La boca sigue la misma tendencia, el paso de boca totalmente equilibrado y aterciopelado, excelente la estructura, menos intensidad pero más gracia y estilo, extraordinario el retronasal, los taninos ya pulidos y el final es largo y con muy buena persistencia especiada.

Un grande en una añada grande, aunque solo anotar un defecto, el corcho salió roto, a pesar de su presunta calidad de hace unos años, ha demostrado que no ha sabido soportar el tiempo.

Rojo picota intenso de capa alta con menisco cardenalicio. Buena lagrima.

Aromas de muy buena intensidad a fruta roja madura, balsámicos y notas especiadas, después afloran notas de monte bajo y notas lácteas y vainillas junto a tabaco rubio.

La boca tiene buen ataque y recorrido, fresca, con los taninos sedosos .Y muy buena acidez y carga frutal a fruta roja. Resulta estructurado y equilibrado y bastante largo, y no menos elegante. Con vida por delante.

Bueno pero no emocionante,para mi gusto.Color cubierto.Nariz no muy expresiva,fruta roja.La boca con acidez justa,taninos integrados,no muy largo.Otros Dalmau me han gustado mas.

Fuera de serie, indudable, potente, fresco y sabroso, aun con recuerdos de madera, especiados y tabacos. Fruta roja a doquier, largo y dotado de buen equilibrio.

Un vino que no se puede beber en cualquier ocasión ni con cualquier compañía.
La botella ya es soberbia y empieza a decir algo sobre el vino. Serio, elegante, formal y talentoso.
Del corcho mejor no hablar, una barbaridad: increíblemente BUENO.
Color... ¿es un 2001? Se mantiene intacto. Buena capa y buena tonalidad. Limpio y brillante.
Nos acercamos al vino en la nariz, después de una hora y medio abierto. Nos da mucha fruta, una madera muy bien integrada, casi imperceptible. Inicialmente detecto pequeñas notas de sobremaduración, pero muy agradable; más bien fruta bien madura.
El vino a medida que se va abriendo ofrece más matices, aromas de cabernet muy bueno, especias, pimienta, frutos rojos.
En boca es sedoso, elegante, pero también amplio y estructurado. Brillante longitud y persistencia, y sobre todo MUY franco y pulido.
Te deja un recuerdo inenarrable.
A mi juicio, el paso de los años y la crianza en botella lo han descubierto como una auténtica joya. Solamente le puedo poner un pero: La añada está agotada, no podremos poder volver a disfrutar de él. Es una pena que se vendan tan pronto.

Tiene vida para largo, parece un 2004 o 2005.
En nariz tiene mucho peso de fruta negra algo sobremadurada, unos balsamicos elegantisimos, especias, aromas tostados y cacao.
En boca tiene cuerpo, buena estructura, la fruta vuelve a estar presente, algo calido,buena acidez y con un final larguisimoy sabroso con mucha fruta.
Una de las añadas miticas de Rioja que en este vino no defrauda.

Este vino es de los que suelen crear adicción por sus prestaciones, presentando un bonito color picota, brillante y limpio, con fina lágrima de lenta caida y buena capa.
Los aromas resultan intensos, complejos y elegantes, con buena aportación de frutos rojos maduros, notas de espécias aromáticas, mentolado suave, ahumados, tostados y un fondo floral.
En boca tiene una entrada noble pero no exento de caracter, buen cuerpo, equilibrado y redondo, buena estructura, envolvente y seductor, con un excelente recorrido y muy persistente.

Este venía de una caja de esas que se comercializaron directamente por la bodega en su web, el vino está soberbio, color joven picota con ribete granate, muy brillante, lágrima muy abundante, fina y elegante.

En nariz el vino es potente pero se contiene, lo oxigené durante 40 minutos y se abrió aún más dando notas a mina de lápiz, balsámicos (mentolados de calidad), fruta roja y negra, vainilla, canela y un agradable aroma a azúcar tostado, alguna nota a hongos y bosque umbrio, como si por allí estuvieras dando un paseo.

En boca el vino tiene nervio, con la aireación se hace más elegante, te inunda la boca, te evoca recuerdos y te hace soñar, su retronasal franca y sincera y su persistencia y longitud en consonancia con lo que esperamos de él. D.E.P.

Impresionante reserva de la D.O.C. Rioja, que desde que lo elabora María Vargas Montoya, combinando la Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Graciano, revoluciona el clasicismo dotándolo de sabrosa estructura sin perder un tacto tan suave como elegante, restándole acidez y avivando una nariz cada vez más diversa y profunda de frutos rojos y maderas nobles bien integradas. Vino para consumo actual y de larga guarda. Delicioso con aves horneadas, pescados azules a la plancha y familiares queridos.

El vino ha ganado mucho en botella, está magnifico, su evolución ha sido fabulosa.
En nariz es más elegante y no ha perdido nada de potencia y complejidad, siguen todos los buenos aromas expresados más abajo.
En boca es untuoso, paos de boca casi perfectamente equilibrado y con una gran estructura, mucho redondeo y cuerpo, los taninos aún potentes pero muy nobles, el retronasal es excelente y el final muy largo y con mucha persistencia.
Sin duda uno de los grandes de Rioja de esa añada.