Estamos en un muy buen restaurante del Grao de Castellón invitados por mi gran amigo Agustín y nos pedimos este vino como aperitivo para acompañar unos entrantes. Nos sacan la botella de su vinoteca a unos 16°C. Esperamos 20 minutos antes de proceder con su valoración.

VISUAL: Mantiene un bonito color rojo cereza de capa media-alta. Ribete muy luminoso amoratado. Presenta gran cantidad de lágrima, esbelta y transparente (93).

OLFATIVA: En primer término hay intensos aromas de fruta acompotada, a mermelada de ciruelas. Al agitar la copa encontramos especiados exóticos de fenogreco, nuez moscada y un puntito de pimienta negra. También aparecen frescos herbáceos de montebajo, algo de regaliz así como un toque floral de rosas rojas. Al rato nos "cabernetea" con apuntes vegetales de pimientos muy delicados, para terminar con los aportes de la madera de fondo, intensos tostados, cuero viejo y chocolate negro. Fantástico una vez más en complejidad y de intensidad media (92).

GUSTATIVA: Y en boca es donde se muestra en todo su esplendor. Gran punch, con una acidez alta, amplio y opulento. Paso por boca seco de entrada y sedoso al instante, obra de sus magníficos taninos, a medio pulir. De cuerpo medio emana aromas retronasales especiados con un post-gusto maravilloso. De nuevo la fruta muy madura como protagonista inicial dando paso a unos elegantísimos tostados escoltados por los apuntes de la crianza, en este caso un roble de gran calidad. Persiste en boca dos minutos y 50 segundos muy placenteros. Comparado con la botella de agosto parece más "joven", con más vida por delante pero menos evolucionada en este momento. No obstante sigue siendo ese vinazo del que vuelvo a confesar, estoy enamorado (93).

La RCP la mantenemos en muy buena.

MARIDAJE: Como primer vino de la comida acompañó los siguientes entrantes: Bolitas de foie con pistacho y trufa, almejas de carril y ostras vivas. Con el foie y ese puntito trufado resultó fantástico, pero nos sorprendió lo bien que maridaron los sabores salinos y yodados de los moluscos con la frutosidad y el puntito tostadito de nuestro enorme vinazo. Alguien dijo tinto y marisco no...? ): Qué disfrute compañeros!.

Salud-os!!

Habíamos probado este vino en su añada 2009 y nos pareció uno de los mejores vinos tintos jamás disfrutados, gran recuerdo el de aquellas valoraciones. En esta ocasión estamos en un restaurante con mi familia invitados por un buen amigo, y al ver este vino en la carta optamos por pedirlo durante toda la comida pese a ser toda a base de pescado. Nos sacaron la botella de su vinoteca y esperamos unos 20 minutitos antes de proceder con su valoración a unos 17°C.

VISUAL: De color rojo picota de capa alta con un brillante y estrecho ribete de tonalidades cardenalicias. Su lágrima es abundante, fina y transparente (94).

OLFATIVA: En nariz y a copa parada emana fragancias tostadas muy elegantes. Agitamos y aparece la fruta muy madura, ciruelas e higos, los especiados (pimienta negra y laurel) así como unos frescos herbáceos de montebajo (tomillo). Al rato sigue su recital y nos sorprende con toques vegetales de pimientos asados y un puntito de rosas rojas marchitas. Pátina terciaria también presente mostrando recuerdos de cuero curtido, intensas notas de chocolate negro, algo de café en grano y como no, la madera, el roble en toda su expresión. Magnífica complejidad y de intensidad media-alta (95).

GUSTATIVA: Gran ataque en boca, acidez controlada y taninos a medio pulir pero muy delicados. Paso por boca carnosito, de gran amplitud y con ese toque lácteo tan típico de este vinazo. Los aromas retronasales son acompotados aderezados con fragancias de rosas marchitas. Post-gusto acariciante, dulce y aterciopelado donde los haya, con notas de fruta madura y de roble en absoluta armonía. Final que nos deja recuerdos tostaditos proporcionando una sensación de equilibrio y sedosidad enormemente placenteros, grasosito y amable como pocos. Por si fuera poco, su persistencia es de tres minutos y 20 segundos, menudo vinazo que estamos disfrutando!. A comparación del 2009 que tanto disfrutamos, decir que no llega a ese nivel aunque habría que verlo en 2 o 3 años. Por cierto, cayeron tres botellas, a cual mejor... (94). 

La RCP sabiendo que su precio en tiendas es de 32 euros la considero muy buena, es un vinazo sobresaliente y los vale.

MARIDAJE: Como anticipaba fue una comida a base de pescado. De entrantes nos sacaron un carpaccio de langostinos y unas ortigas de mar, y de plato fuerte un espectacular arroz de carabineros y bacalao. Incluso nos guardamos una copita para disfrutarlo en el postre con unas trufitas de chocolate caseras. Brutal con el arroz, sabores marinos magníficamente armonizados con las notas frutosas y tostaditas de nuestro Riberita. Pero con las trufas... madre mía que delicia!!... maridaje perfecto con la sedosidad y las notas de cacao por ambos frentes jugando al gato y al ratón. Amigos... uno de mis riberas predilectos que recomiendo abiertamente, es un espectáculo. Gracias Julio por tan fantástica velada, otra más!!

Salud-os!!