"La Redondez" de un buen Burdeos.

Glorioso. Cuando a un buen Cabernet-Merlot (65%-35% en este caso) se le da el tiempo suficiente en botella surgen estos vinos que tantas alegrías dan.

Nariz media-alta de muchísima riqueza aromática: fruta roja, tabaco, piedra seca, especias (pimienta, nuez moscada), monte bajo... Sin estridencias.

Y en boca...la seda y el equilibrio total. El tanino tan suave que parece crema; y el alcohol (bajo ya de por sí con 13 grados) pasa completamente desapercibido. Buen posgusto mineral y especiado y persistencia media larga. Pero, una vez más, sin estridencias, sin puntas de ningún tipo.

"La Redondez". Y el premio a la paciencia. No mejorará ya, pero debería aguantar a este nivel  todavía un tiempo. Lo cual es bueno porque me quedan otras dos!