Como he comentado en otras ocasiones soy fan de Paradores, he estado en la mayoría, pero con la cocina no puedo. Algo avanzan, sobre todo en lo que hace referencia a la vetusta cristalería y vajilla , pero con al cocina y el vino no hay manera. Esta vez , instalados en Argómaniz, considerando que se venden como baluartes de la cocina vasca y que el parador está a las afueras , le damos una oportunidad con muchas reservas. Y de nuevo pasa lo que pasa, lo de siempre. Carta de vinos descompensada, proporcionalmente carísima ( lo que vale 4-6 euros cobran 22-24,,..), cocina tradicional , pero rancia, un tanto pesada , con presentaciones pasadas de moda, salsas caseras , pero de las que puede hacer mucha gente y que cansan, en fin , lo de siempre. Pensaba que aquí al menos , con aquello de la cocina vasca habría alguna mejora , pero no…es lo mismo. El restaurante , antiguo pajar sí merece la pena, el servicio lento , pero amable , no chirría demasiado como en otros. 

De camino a Cantabria, hicimos noche en el Parador de Argómaniz, antiguo palacio renacentista de 1712 desde el que se dice que durante la guerra de la independencia española, Napoleón Bonaparte planeo el Asalto a Vitoria.

El restaurante Aletegui, está ubicado en la ultima planta del Parador, en el que fue el antiguo granero del palacio, de arquitectura vasca, donde son de destacar sus ventanas en forma de ojo de buey y el artesonado original del siglo XVIII.

La cocina está dirigida por el Chef Sergio Lacalzada, que da un toque de autor a una cocina vasca tradicional de mercado y de temporada.

Las mesas están bien vestidas, bien separadas las unas de las otras, con manteles blancos sobre marrones, y con la vajilla, cubertería y copas clásicas de Paradores. Fuimos a cenar a las 20h30 y nos situaron en una mesa para dos personas, de buenas dimensiones, situada junto a un ojo de buey. El servicio de sala fue bueno y agradable y el del vino efectuado por la misma persona, se limitó al descorche  y  primera cata.

Proponen un menú degustación y la carta. Optamos por esta ultima.

Comenzamos con un aperitivo a base foie, ofrecido por el restaurante

Como entrantes tomamos :

Puerros braseados con emulsión de anchoas y queso, tomate seco y nueces. Bien presentados  y buenos

Croquetas de jamón. (Receta tradicional de Iñaki Sardina) Las he comido mejores, pero estaban aceptables

seguimos con :

Lingote de lentejas con salsa de yogourt y pimientos asados. MC lo encontró algo seco y un poco pesado de digerir

Nuestro emblemático pastel de setas silvestres con salsa de hongos. Plato insignia de la cocina del Chef, que me recordó in poco la textura de un flan.  Me gustó

Finalizamos  compartiendo un 1/2 surtido de quesos artesanos de Euskadi, Idiazabal, Berria, RonKal y cabra curada de Añua acompañados de  pan y frutos secos. Muy bueno

Para beber tomamos una botella de agua mineral  grande y una botella de 50 cl de vino blanco Beldui Txacolina DO Arabako Txacolina 2022. Beldui Txacolina - Llodio.  100% Hondarribi Zuri. Parece ser que fue muy buen año. Vino fresco, de color amarillo dorado, muy buena acidez muy agradable en boca. Acompaño perfectamente la cena.

Finalizamos con dos buenos cafés..

La cuenta ascendió a 45,60 €/persona. Buena RCP. Los restaurantes de Paradores parece que empiezan a ponerse las pilas. Cocina correcta. El restaurante está recomendado por la guía Macarfi. Interesante visitarlo si se está alojado en el hotel.