Color paja brillante. En nariz da notas de hidrocarburos que van disipandose rápidamente para dejar paso a aromas minerales y mucha fruta blanca madura que se entremezclan toques amielados.
En boca es una maravilla, con un dulzor contenido compesado por una magnífica acídez.
Tomado en la terraza del Hotel Grau Roig con un solecito espectacular y en la mejor compañía posible. Eso hace, si cabe, que la puntuación que le doy sea todavía mas alta!

Un espectaculo de vino, en su gama, limpio, casi frizante, metalico. Toques leves de podredumbre, cierto dulzor y acidez marcada. Unos 32 €. Muy interesante

Los aromas ‘metalicos’ y a pizarra son muy intensos aqui, pero lo mejor es la limpieza y pureza de su expresion frutal y la manera aristocratica en que todo se integra. De recorrido con mas volumen que el Himmelreich, tenso y con nervio de principio a fin, aunque en la salida quiza pierde un poco de empuje.