Todo llega a su debido tiempo ...

      Al cabo de cuatro años, el vino, que estaba dormitando, se despierta de golpe. No ha cambiado de color, el de pétalos de girasol. Huele de maravilla : notas de albaricoque cocido, de uvas pasas y de miel de acacia. Sabe igual a lo que huele : este Gravonia es un blanco puro, fresco, vivo, intenso pero recto, serio, con una buena acidez y un delicioso amargor que perduran en el paladar. Maridó perfectamente con vieiras sartenadas, arroz basmati, fricasé de pleurotos y queso de oveja semicurado. ( PVP : 11 € )

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