Excelente corcho. Ha salido de una pieza, hinchado, sin evidenciar signos del paso del tiempo a pesar de tratarse de una de las botella procedente de los primeros lotes comercializados y sin reencorche posterior. Casi sin manchar y sin haber perdido nada de elasticidad.
De color rubí claro de capa media, limpio, brillante, con un finísimo precipitado en la base de la botella. Reflejos luminosos, ambarinos. Borde amplio, atejado, sin grandes diferencias respecto al menisco.
Inicialmente se presenta marcado por aromas media intensidad. Excelentemente perfilado y con predominio de unas cada vez más presentes notas especiadas y un fondo de sotobosque y balsámicos muy finos. Aparece algo parecido al raspón y hollejos junto a fruta escarchada muy madura que aportan un punto mentolado de gran complejidad que se funde con la madera vieja (after-eight). Respira y se abre lentamente pero con un poderío espectacular. Más sobrio que elegante, más íntegro que profundo. Le cuesta evolucionar pero lo hace. Aparece una bella carga de hojarasca y de tierra húmeda que no pueden tapar ese fondo de fruta reducida. Un tinto de enorme pureza e integridad!! Nadie diría que estamos ante un próximo nonagenario...
En boca es pura energia y un equilibrio absoluto. Una caricia en la entrada y un vigor extraordinario, vibrante, con taninos destelleantes, aún con dientes a pesar de la edad. Tiene tanta acidez que para sí querría cualquier tinto actual. Un vino en plena forma que por ser quien es descartamos que haya sido refrescado con cosechas posteriores. De una juventud y frescor que no podríamos sospechar. A poco para cumpli 10 años del centenario parece tener mucha cuerda por delante.
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/06/castillo-ygay-1925-reserva-especial.html