Caoba muy oscuro y cubierto. Reflejo yodado, lágrima densa y tintada. En

Caoba muy oscuro y cubierto. Reflejo yodado, lágrima densa y tintada. En nariz es aglo alcohólico, punzante, penetrante, muy intenso, con algunos recuerdos de juventud (almibarados, guinda) pero no carente de profundidad y evolución (bombón trufado, mazapán, café torrefacto). Medianamente complejo en nariz. En boca es potente, amargo, con una magnífica acidez. Muy elegante y vivo a la vez. De nuevo recuerdos de juventud. Final largo y elegante, pero no memorable. Esos recuerdos de juventud no los espera uno en un vino de esas características, pero forman parte de su personalidad actual. Sin embargo posee una estructura muy equilibrada, una boca ejemplar, que lo hace muy apetecible. A medio camino del olimpo de los PX.

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