Pues espero persistas en estas crónicas que tanto nos aportan y que dejan testimonio de esos grandes vinos bebidos. Enhorabuena!
Los mejores vinos que bebo, que son siempre con amigos, no suelo referenciarlos por aquí. Las comidas o cenas que hacemos con buenas botellas, de las que te bebes un par de copas de cada una, o como mucho tres, siempre las he dejado para el lucimiento de otros. El problema es que aquellos cronistas ya no escriben por aquí y hoy me siento en la obligación de escribir sobre el Leroy que nos puso el día de su cincuenta y un cumpleaños nuestro amigo Imperial. Un Vosne-Romanée 1972, año bueno para las personas, pero malo para el zumo fermentado de uva. En teoría. No me voy a explayar. El color, la capa, la limpieza, la profundidad y la complejidad aromática, el carácter borgoñón pese a llevar medio siglo a sus espaldas, la garra, la finura, la capacidad de evolución… se conjugaron para crear un vino mágico y perfecto. Quizá el mejor tinto de pinot noir que he bebido hasta la fecha.
Pues espero persistas en estas crónicas que tanto nos aportan y que dejan testimonio de esos grandes vinos bebidos. Enhorabuena!
Muchas gracias, Josep y un fuerte abrazo.
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