La joya de la corona

  Hacia tiempo que un vino no me emocionaba tanto, supongo que catarlo con el elaborador autosugestiona algo, sin embargo la calidad de este vino es indudable.

   En nariz y sin decantación se muestra con gran expresividad. Aromas de fruta negra fresca (arandanos, ciruelas negras), ligeros aromas florales, balsámicos frescos. La crianza en segundo plano con sensaciones de cacao y tinta china. Fondo mineral.

  En boca es potente pero elegante y con sedosidad. Excelente acidez que aporta frescura, gran carga frutal que como en nariz se muestra fresca. Taninos pulidos a pesar de su juventud. La crianza aporta notas de cacao chocolate, ligeros especiados y balsámicos. Final largo y gratísimo. Alrededor de 800 botellas de este gran vino.