Víctimas de los caprichos de los horarios de trabajo que desempeñamos, varios componentes de la plantilla no pudimos disfrutar de la comida oficial navideña, por lo que la tuvimos que posponer pasadas las fiestas. Bautizada como la comida de los postergados y aprovechando la ubicación de este bar además de las buenas referencias por parte de algún compañero, cerramos un menú por 30 € al gusto de la casa. Seis comensales.
No llama a engaño, pues a la vista, en esencia, se trata de un bar de pueblo de la huerta valenciana, de “los de toda la vida” aunque con un toque que lo refina un tanto. Local amplio de una estancia, luminoso con múltiples ventanales traslúcidos que otorgan cierta intimidad, mesas y sillas de madera, de las que no invitan a prolongar la sobremesa, tipo provenzal, paredes en tonos neutros, cálidos pero sin renunciar a elementos de bar de batalla, individuales y servilletas de papel, cubertería y demás acorde al entorno.
Tres cuartos de aforo de gente que va al menú del día. Me consta que elaboran un menú especial para noches de fin de semana y domingo.
Conforme vamos llegando y sentándonos intentamos acortar la espera con unas cervezas de barril bien tiradas en vaso helado, obsequiándonos con unas crujientes Patatas Chips con un punto de calor y pimentón de las de “no poder parar”, tanto que repetimos.
Aperitivos:
Crema de Berenjena con Crujiente de Bacon. Bien para comenzar a entonar el cuerpo. Afinación.
Pinchito de Pechuga de Pollo Empanada con Dátil, Cebolla y Bacon. Clásico aperitivo de antaño remozado con el toque de la cebolla y el envoltorio de la pechuga configurando un correcto bocado. Intención.
Entrantes:
Ensalada de Tomate Raf con Ventresca de Atún y Migas de Bacalao. Puesta en escena de un emblema de la huerta. Aromático, carnoso y con ese punto dulzón que lejos de venirse abajo por sus acompañantes de plato, salía airoso del enfrentamiento. Sobradísimo.
Canelón de Presa Ibérica con Foie. Canutillo de fina y blanda cobertura que daba paso a un proporcionado relleno, sabroso y sin estridencias. Equilibrio.
Alcachofa con Foie y All i Oli. Nuevamente la huerta a la palestra. Tierno, jugoso y suculento corazón de la hortaliza, una de mis favoritas, coronada con el foie y un ligero all i oli gratinado. Pasión.
Calamares a la Romana. Montados en una pizarra pudimos degustar un par de tiernos aros cubiertos del verdadero protagonista que no es otro que el rebozado de díficil descripción. Hay que probarlos. Merecido.
Principales:
Fideuà. De fideo fino, como me gusta, con potente fondo aunque, en mi humilde opinión y no compartida por otros comensales, algo pasado el punto de cocción. División.
Arroz de Atún y Sepia. Calidad del grano manejado con maestría y nuevamente con fondo de los que transmiten. Perfecta ejecución que traduce el nivel global de la cocina. Pleno acierto.
Como postre Chipoteo de Turrón con Chocolate y Nata. En vasito de cristal aparecían los tradicionales sabores en textura de suave mousse.
El pan servido era rústico en amplias rebanadas, tostadito y crujiente, con bol de tomate natural triturado para servirte a tu gusto.
Para beber agua y vino. En concreto y por este orden tomamos Angosto 2010 D.O. Valencia y Dehesa La Granja 2005 V.T. Castilla y León.
Buen café y para la sobremesa un GT de Mombasa con Fever Tree con buena preparación.
El servicio es profesional, cercano, amable, con ganas de agradar, pendientes en todo momento y manteniendo buena cadencia.
En conclusión, empresa familiar con años de experiencia y sólidos cimientos basados en un segmento clásico de cliente fiel, de a diario, al que no pueden, ni por un momento deben descuidar pero que deja entrever esbozos de coqueteo con otros niveles de oferta mostrando esfuerzo e interés por ir mejorando en ese aspecto. Ese ahínco resulta digno de mi admiración más aún con la actual coyuntura. Una comida bien Avenida.
En el precio no incluyo las copas de la tertulia.
La verdad es que se lo "curraron". Ganas y entrega no les falta, hay trabajo detrás y se percibe.
Además el hecho de no renunciar a ser bar les da un cierto plus que particularmente me encanta y valoro. Si es que soy "carne de bar", je, je!
Hay que reconocer que tenía una presencia testimonial en ambos platos, como acompañante, para redondear el bocado.
De todas formas se agradece.
Un saludo!
Sí que resultó bueno, sí.
Así es Gastiola, no salgo de casa sin él cuando vamos a comer por ahí... y si llevo en mente pedir carpaccio cojo el microtomo también, je, je... aunque reconozco que yo soy más de hilo y aguja que de bisturí.
Un saludo!
Podría ser así Jose. Creo que hacen honor al nombre de "bar-restaurante" pero entiendo que aún pudiendo dar el salto a otro segmento, pues se les nota oficio tanto en cocina como en sala, les supondría un riesgo actualmente innecesario y más en estos tiempos en los que lo que funciona no se debe tocar.
Un saludo!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.