Lástima esas tortitas de camarones, son tan buenas cuando están bien cocinadas y no bañan en el aceite...
Un saludo
Hace ya varios años que este local estaba situado en las mismas escaleras del puente de Triana. Una reforma de la plaza cercana con la construcción de un aparcamiento público subterráneo, obligó a cerra temporalmente y luego trasladarse en la misma calle Betis que arranca de las escaleras aúna situación más cercana al siguiente puente. En el antiguo sitio abre ahora un local de fritura llamado el faro de no sé qué y que me referencian como regulín.
En la nueva ubicación ha perdido el encanto de la freiduría antigua con su terraza superior que en noches de verano era una gozada y sus mesitas pegadas al petril del puente. Por contra ahora tiene una enorme terraza con buenas y mejores vistas hacia la Torre del Oro muy apropiada para hacer fotos pero ojo con el sol que pega con fuerza en los meses cálidos.
Mesas, copas, cubiertos y vajilla propios de una terraza de local playero más que de restaurante. Servicio acorde con este planteamiento.
Cortesía de la casa (o cobrado con el cubierto) unas aceitunas en sosa. Pan correcto. Cervezas en jarras a indicación de que salieran más baratas, por cierto, de la marca que debió pagar el mobiliario de la terraza (San Miguel) y no de Cruz Campo como tocaría en Sevilla..
De opciones de vino blanco, pues un verdejo de la casa y un verdejo de fuera de la casa: Adalivia 2014 muy ligero, fresquito y afrutado. Es decir, para no recordar. Al menos la enfriadora lo mantuvo bien. Servicio inexistente.
Todo al centro a compartir los 14 comensales:
. ortiguillas: interior bien, exterior demasiado crujientes y alguna pasada de fuego que le hace perder sabor a mar. Con patatas paja en la base
. fritura (su especialidad anterior): ración para compartir con anillas de calamar, boquerones, tacos de cazón, gambitas y algún trozo de merluza rebozada. Los pescados lo mejor.
. tortitas de camarones: algo gruesa la pasta, camarones correctos, algo demasiado pesadas por la pasta (y el aceite embebido consiguiente).
. ensaladas: lechuga, tomate y cebolla servidos por zonas en el plato con abundante sal y vinagre y poco aceite
Al final y con algo de lentitud en el servicio no pedimos más y pasamos al postre con algo de dulce al centro. Unos cafés y ningún extra.
Un local que se está quedando solo con clientes extranjeros por su situación y vistas y tomar algo de pescadito con un verdejo fresquito porque no tiene ningún interés culinario.
Lástima esas tortitas de camarones, son tan buenas cuando están bien cocinadas y no bañan en el aceite...
Un saludo
Con un rebozado fino (poco capa) y un paso por aceite y luego secado, salen bien. Tampoco es tan difícil con lo bien que manejan allí los rebozados y fritos.
Saludos
Pues en el sustituto del kiosko en la esquina del puente de Triana (antigua ubicación) me comentó el taxista que peor. Se llama el faro de no se qué.
Saludos
Pues son unos chapuceros, porque desde luego lo mio no es cocinar, pero te garantizo que por lo que has relatado lo hago bastante mejor jajajajjaja
Saludos
A mi me encantan cuando están bien hechas. Las mejores que he comido hasta ahora fueron las del restaurante Bistreau, el bistrot de Angel León en Barcelona. Muy buenas, con un rebozado finísimo
Un saludo
El rebozado y aliviar del aceite de la fritura son las claves.
Saludos
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