Este local es uno de los clásicos por la ruta del Tubo. No es muy amplio, por lo general muy concurrido y con cantidad de botellas de vino por las paredes. Sus pinchos o raciones son principalmente sencillos y fríos, aunque tienen croquetas y otros caprichos.
Servicio animoso y rápido.
Tomé:
2 de anchoas sobre pimiento de piquillo. Magníficas anchoas abiertas, de buen tamaño y limpias. Para nada saladas.
2 de anchoas reina: Su estandarte. Consiste de una buena anchoa sobre una crema de aguacate y menta con sirope de módena y almendras picadas. De saltarse las lágrimas. Solo por este pincho, merece la pena ir.
Vinos: Buena oferta de vinos aragoneses, aunque no faltan buenos riberas (por ejemplo, Malleolus o Cepa 21) y riojas. Precios x2. Por lo que vi, cuando pides una botella, la cogen de las estanterías que decoran el local, por lo que se sirven a temperatura ambiente y en copas solo aceptables. Tomé 3 vinos blancos de Rueda (Palacio de Bornos).
Precio: 9.70€
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