Expectante

Un local con criticas tan dispares siempre provocan dudas y expectación.
El local es amplio, mesas amplias, buena separación (privados aparte), local lleno.
Todo el coperio, cubiertos, platos, copas, etc.. de alta calidad con sensación de elegancia y servicio profesional. Algún fallo hay, pero en temas demasiado habituales.
Carta de comidas amplia con entrantes de jamón y queso y entrantes marinos, ensaladas, marisco, carnes, pescados de playa y arroces.
Altos precios en marisco: gamba roja 180€/kg, cigalas 130€/kg, bogavate 110€/kg, angulas 95€/100 grs.
Resto de precios: los arroces de 18 y 28€; los pescados 20-25€, las carnes 20-26€ y el resto de entrantes en general, caros: 18-24€.

Oferta de vinos también suficientemente amplia y variada. ¿Los precios?

Tres para comer: arrancamos con cerveza, agua con gas y un fino traido ya servido desde la barra ¿?; pedí no tomármelo de forma anónima y entonces sí, trajeron la botella: Don Zoilo.
Un buen aceite de Marques de Griñón 2014 ya un poco viejo de sabor: todo ello tras una aceitera rellenable de algo que parecía aceite de girasol que devolvimos por no presentable. Pan correcto.

Entrantes a compartir:
. ensaladilla rusa: muy buena de sabor aunque para mi gusto demasiado triturada conformando un todo sin encontrar las partes
. croquetas (2€ la pieza) de trufa y queso y de cangrejo real (1 de cada pp): la trufa se apreciaba desde lejos pero en boca el queso se apoderaba de todo; muy buenas las de cangrejo.
. canaillas x 2 pp: buenas piezas, carnosas, bien cocidas
. chipiron de playa (15€): una amplia ración de chipirones en su tinta con aceite y sal. Recomendable.

Principal:
. corvina (22€) a la espalda con picadito de aceite y ajitos: ración correcta (al menos no lo escasa que temía). buen pescado, buena calidad y buen punto de plancha. Aliño correcto.

Postre:
. volcán de chocolate con helado de afther eight: bueno el helado y correcto sin más el volcán, que más bien es un coulant modificado.
. fruta x2: mango y piña. Buen punto de fruta madura.

De vino la última botella de Anima Negra 2011 que estaba ya pidiendo pista para ir al retiro. Costó de abrirse (llegó justo para el final del chocolate) y cayó enseguida.

Buenos cafés sin ningún extra y acabamos saliendo de los últimos como siempre. Es nuestro sino.