Hacía como tres años que no íbamos a este clásico, quizás debido a la inquieta competencia que ha ido surgiendo poco a poco en Madrid y especialmente por la zona de Retiro. Como ya nos ocurrió tras la última visita, volvemos a salir un tanto decepcionados. Se repite la desgana del servicio (incluso del propio Miguel) y una carta que apenas se actualiza excepto en los precios, que empiezan a ser poco competitivos. Ese día no había nada fuera de carta con qué tentarnos (o quizás se les pasó cantarlo). No sé, pero creo que no repetiremos más en el comedor.
Como detalle de la casa, unas flojas aceitunas y unas piparras en vinagre.
Cena para cuatro personas.
Entrantes:
- 2 x Anguila con burrata: Un lomo ahumado y muy limpio de pescado sobre una base de queso burrata y una rebanada de pan tipo cracker. Lo mejor de la noche.
- 1 x Pastel de ventresca, pimientos asados, aguacate y alioli: Fresca y bien presentada ensalada. El atún muy bueno. Resultado agradable.
- ½x Croquetas de jamón y ½ de croquetas de centollo: 4+4 croquetas crujientes por fuera y cremosas por dentro. Mejor las de jamón que las de marisco.
Segundos:
- Dados de merluza: Simplona ración de taquitos de pescado. Discreto.
- Cochinillo confitado con crema de patata trufada: Carne tierna y suave pero con la piel de textura gomosa y con demasiada grasa. Un fiasco.
- Entrecot de vaca (400gr): Floja pieza de carne que se emplató fileteada. Me comentaron que no era ni mucho menos tierna y con más nervio de lo deseable (no vale los 30€ que pone en la carta). Se acompañó de patatas fritas.
- Steak tartar: Buen steak tartar que se presenta sin prueba previa. Afortunadamente el resultado es bastante bueno: solomillo cortado a cuchillo (se mastica), aderezo equilibrado y con un punto algo atrevido de picante que a mí me gusta.
Postres:
- 2 x Tarta fina de manzana: Tras una espera anunciada de 15 minutos, se presenta una tartita de masa muy fina y crujiente con un helado de canela (¿?) completamente anodino. Un postre muy discreto.
En cuanto a la carta de vinos, se mantiene el buen nivel pero me da que no siguen el ritmo de las numerosas novedades del mercado nacional. No me ofrecieron la oportunidad de ver su oferta de vinos internacionales. Se echa en falta un servicio de sumiller (sumiller tienen, pero y el servicio?) que te cuente lo que puedan tener fuera de carta, que seguro que lo tienen. Sinceramente, después de nuestras dos últimas visitas, ya no sé si tienen ese servicio para todos o solo para los conocidos. Se limitan al descorche sin más historias. Pedimos un par de copas de Leirana 2014 para acompañar la anguila y una botella de Carmelo Rodero Crianza 2013 (25€) servido correctamente, temperatura y cristalería adecuadas.
Sin detalles en la sobremesa y ningún interés por parte de nadie por cómo había ido la cena. Total frialdad.
Precio total: 206.20€ (inc. IVA, pan y servicio a 2€ por persona, dos botellas de agua de 75cl a 2.70€, las dos copas de vino y la botella de vino).
Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría un entrante, un segundo y postre, sin bebidas.