Descubrimos este restaurante por casualidad, dando un paseo por allí se nos hizo la hora de comer y lo que no pretendíamos era meternos en plena temporada de verano a comer en Cadaqués... Pues la sorpresa fue muy grata cuando entramos en un restaurante que por fuera no tiene ningún tipo de glamour, pero que por dentro y sobre todo al final del comedor, tiene unas vistas espectaculares sobre el mar. La comida fue de 10, pedimos rape y marisco que no era fresco, parecía que todavía estuviera vivo, y los primeros platos también fueron fantásticos!!! Salimos de allí contentísimos por encontrar un restaurante donde no te sabe mal pagar por haber comido tan tan bien!!!!
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