Recomendable, muy recomendable

Escapada a Segovia con el propósito de comer en Jose María pra celebar mi cumple.
Objetivo cumplido... y satisfactoriamente. Por supuesto, paseo previo por la ciudad y firme propósito de ir a pasar un fin de semana más pronto que tarde (ya se sabe que, lo que tenemos cerca, muchas veces lo pasamos por alto).

En cuanto a la comida en si, habíamos reservado con tiempo y nos acomodaron en un salón moderno al que accedimos cruzando el bar, el mesón clásico y haciendo una pequeña excursión por las instalaciones. Decoración moderna que nada tiene que ver con el mesón castellano por el que se accede.

Mientras ojeábamos y hojeábamos la carta no sirvieon un paté de cochinillo como detalle de la casa. Muy cremoso y de buen sabor.
Escogimos un menú degustación que, al final, nos hizo pedir clemencia...

Empezamos con una ensalada de pavo con granada, canónigos... rica ciertamente.
Sigue la cosa con una degustación de judiones de La Granja. Excelentes. Grandes, tiernos, potentes de sabor, bien acompañados por su choricillo, su morcilla, sus... ¿callos? Pues sí... había unos pequeños trocitos de callos. Estupendos los judiones.
El tercer paso fue un salteado de setas ariadas al ajillo, correctas. Estaban muy bien hechas y cumplieron su objetivo de limpiar la boca de las sensaciones de los judiones.
A continunación un volauvent (o como se escriba) de salmón, con una muy ligera y agradable velouté. El hojaldre en su punto y sin reblandecerse, a pesar de la velouté que salseaba el plato. Salmón en su punto.
Llegados a este punto empezamos a pensar que, como comida, ya estaba bien. A partir de aquí... gula. Pero claro... faltaba la estrella de la casa. Su Majestad el Cochinillo hace acto de presencia. Nada que decir. No es mi asado predilecto (mi orden es, sin duda, cabrito, luego cordero y finalemtne cochinillo). Pero estaba perfecto. No había nada que objetarle. Carne tierna que se desacía, jugo sabrosísimo para mojar sin parar... o tomar a cucharadas... Y qué decir de la piel, dorada, crujiente, perfecta. El cochinillo, soberbio.
Pues aquí no acaba la cosa... falta el postre... tambien incluido en la degustación. Ponche segoviano (no podía ser de otro modo) con helado de turrón. Contundencia. En consonancia con lo que había ido apareciendo por la mesa hasta ese momento.
No tomamos café... no había sitio...
Para beber, obviamente, Pago de Carraovejas tinto de autor 2013. Incluido también en el precio del menú degustación.

En resumen... Homenaje prenavideño por 49 euros por persona (incluye todo... hasta el vino). Volveré sin duda pero... no creo que elija el menú degustación. Me pareció demasiado abudante (o me hago viejo y cada vez como menos, o realmente es mucha traca). El precio, por lo que comimos, muy muy bueno.

Más que recomendable.

  1. #1

    Abreunvinito

    Buen disfrute.

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