Estuvimos comiendo aquí con el amigo Jeronimo alentados por los comentarios de Calamar y no nos equivocamos. Ya hace días de ello por lo que no voy a poder hacer el comentario muy detallado. Recuerdo, eso sí, que de entrantes nos pedimos unos calamares a la romana (ricos) y unas ortiguillas (muy buenas). No las había probado antes y no será la última vez que las pediré. Qué sabor a mar! Después el granjefe y yo nos zampamos un arroz de cabra (centollo) buenísimo. Meloso, con su centollo, sepia y unas gambitas, mmmmm. Las raciones, muy generosas, nos pusimos las botas. Rosa se pidió el menú consistente en crep de espinacas y calamares rellenos (bien). De postre yo me tomé un recuit (especie de queso fresco cremoso) con mermelada, muy rico. Ah, y de beber, estando con el granjefe, un cava, cómo no. Cayó un Agustí Torelló gran reserva brut nature. Las copas flojillas y de la carta de vinos no recuerdo demasiado. La verdad es que comimos muy bien. El precio no lo recuerdo exactamente pero diría que el menú del día estaba por unos 15 € y a la carta nos salió por unos 40-45 €. Habrá que volver para probar el suquet de anguila que se ve que también lo hacen muy bueno.
Arroz de cabra
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