Estuvimos tapeando en la barra de este clásico restaurante de Burgos. Grande bien iluminada y amplia, numerosas tapas a la vista y posibilidad de copear vinos, sobre todo tintos de Ribera y Rioja. Probamos la croqueta de ibéricos, de gran tamaño y muy rica, unas impresionantes anchoas de Santoña, un salpicón de pulpo, menos agraciado, y por ultimo un bacalao rebozado, que no gusto mucho, para beber 4 copas de Tagonius. Merece la pena un tapeo rápido si pasas por la zona y no esta muy lleno.
A pesar de las estrecheces y los empujones en la barra merece la pena por la variedad y calidad de la comida y la bebida, lo que más choca es ver cómo los camareros de la barra, aún con el local abarrotado no te pierde de vista y está siempre atento a tus peticiones.
Lugar imprescindible para quien pase por Burgos.
Quizás no tuve suerte viendo los otros comentarios pero la experiencia no fue para repetir. Desde que entramos por la barra hasta sentarnos nos preguntaron 4 veces si teníamos reserva. Estaba lleno y el ritmo de los camareros era frenético esto con la estructura que parece ser de madera hace que el suelo retumbe continuamente lo que no resulta muy agradable. La comida correcta y la bodega impresionante aunque el servicio podría mejorar bastante.
Siempre que pasamos por Burgos vamos a Casa Pancho. Vinos a copas excelentes y casi siempre recién abiertos (hay mucha rotación). El Pesquera Reserva y el Muga se beben como agua aquí. Tapas excelentes. Postre pastel de requeson también maravilloso. Los camareros atentísimos y super profesionales. Un gustazo de sitio. Ya tengo ganas de volver por Burgos.
Lo primero que quisiera destacar es su impresionan barra donde podremos tomar vinos por copas entre otros Pesquera Reserva y una gran varidad de pinchos entre los que destaca el cojonudo-a, el tigre, la naveganta o el sodadito. Para comer tenemos dos opciones, las mesas que se encuentran detras de la barra donde podremos disfrutar de todo el ambiente que tiene el bar con los camareros pidiendo los pinchos y otra zona en el primer piso donde se encuentra la sala condiez desas y una bodega clematizada con una capacidad para mil botellas. La carta es muy extensa, las raciones abundantes, con unos productos de calidad. La carta de vinos es para tener en cuenta y en cuanto al servicio tanto los hermanos Perez Tarradillos como los camareros se desviven por la atención y simpatia.
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