Almuerzo de vecinos

Siguiendo los almuerzos tras el impass pascuero con los vecinos de La Cañada hay uno que se empeña en ir a la zona de Godella y para allí vamos con la sorpresa de que el elegido es este local ya bien referenciado y recomendado por el colega @PEDRO GRAU, por lo que no repetiré las buenas descripciones de los anteriores comentarios; solo añadir que, pese a la zona centro no hay mucho problemas de aparcamiento y que tiene muchas mesas en una terraza con buen espacio (y peligroso acceso para los tobillos) sobre lo que debía ser un rectángulo de jardín de la avenida que sume a la ermita de Godella.

Servicio joven y algo despistado en esa terraza que nos ubicamos, con algo de tiempos muertos más largos de lo preciso para la carta la comanda el servicio los cafés y la cuenta; afortunadamente para nosotros estaban a menos de medio gas cuando llegamos porque luego se fue llenando, al menos la terraza.

Mesas desnudas, sillas cómodas. Nos traen unos cuencos con buenas aceitunas y cacos pelados algo salados. Nos preguntan y traen para beber lo solicitado: vino tinto Alma de Mecenas Garnacha y un par de gaseosas.

La carta son varios folios con las opciones descritas en anteriores comentarios. Nos decidimos por:

. Llomello: medio de lomo con 2 ingredientes a elegir que fueron patatas y berenjenas rebozadas; las cortadas de lomo de buen tamaño y grosor y correctos los complementos. Notable alto.

. Adelita: medio de titaina con atún fresco y huevo frito que se rompió y se salía demasiado del pan; descrito como muy bueno.

. Pepelu de Denia: figatells, pimiento confitado, berenjena rebozada y salsa Viciano en una versión libre no explicada; resultó un señor bocadillo con unos figatells sabrosos (un poco de menos tiempo en plancha deseamos los más carnívoros) y unos buenos complementos que suman sabor y textura. Muy bien.

Menos de 1€ de diferencia del entero al medio (algo que no ocurre en otros sitios) aunque el entero en realidad es 2/3 de barra de cuarto. El pan es bueno, muy crujiente, un punto tostado y ajustado de miga; lleva una buena cantidad de relleno.

Final de los consabidos cremaets y una consentida larga sobremesa que también forma parte del disfrute.

Ahora al poner precio veo en la cuenta que cobraron un bocadillo clásico medio de más (7,25€), pues solo éramos tres comensales que debíamos haber salido a 9,50€ cada uno lo que en realidad mejoraría la relación C/P y la corrijo. Hay que fijarse más.