Primer dia en la ciudad condal, primera cena y primera visita al restaurante UMA de Iker Erauzquin, un restaurante casi secreto de Barcelona, ubicado junto al Passeig de Gràcia, que describió muy bien Francesc F en junio del 2021. Está recomendado por la guia Michelin y tiene un sol Repsol. Uma, significa, en la lengua africana swahii , tenedor

No voy pues a repetir nuevamente la descripción del restaurante pues ya lo hizo en su dia Francesc F.y poco ha cambiado desde entonces

La cocina del Chef, autodidacta, de origen vasco, Iker Erauzquin, es muy difícil de clasificar, enriquecida por mas de 25 años en diferentes ámbitos gastronómicos, se inspira  en la tradición y en el entorno próximo ( huerta local del Baix Llobregat y del Alt Penedès y el mar Mediterráneo) para ofrecer una cocina de producto contemporánea muy elaborada, imaginativa y de gran calidad. Los pescados, los mariscos y los vegetales son la base de su cocina, que es de aprovechamiento, sostenible. Raramente la carne aparece en sus platos. Una parte de las verduras y hierbas aromáticas que se sirven en el menú provienen de su propio huerto de cultivo ecológico . El restaurante esta dirigido por el Chef y su esposa Anna Yébenes, sumiller, que esa noche no estuvo presente..

Ofrecen únicamente un menú degustación sorpresa de temporada para todos los comensales que varia en función de las creaciones del Chef. Todo los comensales tras haber reservado, deben llegar obligatoriamente a la misma hora (por la noche 20h30), si un comensal llega mas tarde se le servirá el pase que esté en ese momento en servicio. El menú dura aproximadamente 2h30m.

Al llegar, nos situaron en una mesa enfrente de la cocina a la vista. En cada mesa hay un reloj de arena que un camarero para en cuanto te sientas para que te olvides del tiempo y disfrutes, sin prisas, al 100% de la gastronomía, asi como una hogaza de un excelente pan, mantequilla salada, aceite y sal.

Las mesas están desnudas, sin manteles, muy bien separadas las unas de las otras, con buena vajilla y cubertería, copas Spîegelau. El servicio de sala fue muy bueno, atento, cercano y profesional sin ningún tiempo muerto. El servicio del vino también fue muy bueno, explicación, primer descorche, primera cata y servicio continuado durante toda la cena. Tienen una carta de vinos bastante completa y proponen opcionalmente dos maridajes uno corto a 68 € y uno largo a 98 €.

Paso sin mas preámbulos a detallar el menú :

Primeramente nos sirvieron cuatro snacks presentados en una bandeja que representaba la hierba de un bosque :

Caldo de alubias rojas de Tolosa

Mollete de duxelle de setas

Mochi de queso brie trufado

Tartaleta de anguila ahumada, hoja de sisho y flores de liso miel

Todos muy buenos,  y mención especial para la anguila ahumada.

Seguimos con 8 pases salados,

Tiramisú, de erizo de mar, trufa y café con gel de amaretto, servido con un coral de agua de erizo.

Gazpachuelo, de anguila ahumada, rábano picante, caviar y hoja de wasabi.

Pantone verde, de mantequilla de aguacate con guisantes lagrima a la brasa y espuma de guisantes.

Berenjena, ahumada, bearnesa de cítricos, y chocolate blanco.

Alcachofa, Colmenillas y trufa con salsa de vino tinto.

XO, de txangurro, con velo de coco, y huevas de tobico.

Love Soup, sopa de gambas, coco, lima y cilantro con gamba roja (veanse fotos para la preparación del plato)

Donostiarra, San Pedro y demi glass de pescado azul

y dos postres

Magnum, Coco, yuzu y frambuesa ahumada

Remolacha, Caviar y fresitas del bosque

Todos los platos, muy bien presentados, muy bien elaborados, muy buenos y algunos rayando la excelencia. Otros sorprendentes como el postre con caviar, por cierto excelente.

Para beber tomamos una botella de agua Numen de 1l  y una botella de vino blanco Vi de Vila Porrera DOQ Priorat 2018, Cims de Porrera, Cepajes : 35 %Garnatxa blanca, 20 %Picapoll, 40% Macabeu y 5% Pedro Ximenez. Viñedos mayoritariamente de más de 70 años. Tras la vendimia manual con selección de uva en el viñedo y en la bodega, fermenta la mitad en tinas de cemento y la otra mitad en barricas nuevas. Terminada la fermentación realiza una crianza de 9 meses en tinas de cemento y una parte en damajuanas de cristal de 54 litros. Vino blanco profundo y mineral. Muy equilibrado, muy redondo, con carácter, largo en boca. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos petits-fours

La cuenta ascendió a 154,25 €. Muy buena RCP. Excelente cocina contemporánea de producto y de temporada, muy elaborada. Ambiente friendly y distendido en el que te sientes verdaderamente muy a gusto. Volveremos en cuanto se presente la ocasión en un próximo viaje a Barcelona. Recomendable

Después de probar su comida en casa para el cumpleaños de mi hija, nos dijimos que teníamos que visitarles cuando fuera posible. Y lo fue para mi cumpleaños.

Situado cerca de La Pedrera de Barcelona, en las inmediaciones del Pº de Gracia. Decoración minimalista, ambiente estiloso, servicio muy atento y profesional, muy buena separación entre mesas, sin manteles, menaje de nivel, copas Spiegelau. Ofrece dos menús, uno de ellos sólo para dos personas en la mesa de la cocina. Casi todos los platos son a base de pescado. Sólo hay carne en uno de ellos. Carta de vinos muy completa con precios por encima de x2. Me gusta que al final haya un "resumen" con el nombre y el precio de cada vino. El servicio del vino, como el de cualquier triestrellado de los que conozco.

Los seis comensales tomamos el menú degustación "sorpresa" (110 €). Nos cantaron los nombres de todos los platos, pero, sinceramente, no estaba para memorizar en ese momento. Fueron catorce pases, más un coulant con una vela por mi cumpleaños.

Los tres primeros platos los sirvieron a la vez.

En mi plato no había puntitos negros, porque son de café y soy intolerante.

Aunque no hubo quórum para decidir qué plato gustó más, y conste que todos nos parecieron excelentes, sí lo hubo para decidir el que gustó menos.

Éste es el único plato con carne.

Aunque no lo parezca, es el primer postre. Fresco y ligero, muy agradable de tomar. Aproveché para pedir una copa de vino dulce :-)

Y otra copita de vino dulce con la "tarta", un coulant delicioso.

No son las patatas de Mugariz, sino bombones de chocolate :-P

Para beber, 4 botellas de agua de 1 l. (4,5 €/ud.), 2 botellas de Júlia Bernet 60x40 2017 (43 €/ud.), una copa de Château Lafaurie-Peyraguey 2017 (8,50 €), recomendación muy acertada de la sumiller, y una copa de Don PX 1994 (8 €).

Por poner una pega, no creo que haya mucha gente capaz de memorizar el nombre de todos los platos. Personalmente, agradecería que hubiese una carta con ellos.

Muchas gracias a Anna, Iker y el resto del equipo por una velada encantadora @->-