Aplausos

Fin de semana en Lleida para conocer una zona donde no había estado y que me ha entusiasmado, el Montsec, alojados en el Finca Prats Hotel Golf & Spa, por cierto, magnífico por su ubicación, tranquilidad, servicio, gastronomía y amplitud de sus habitaciones.

La noche del sábado reserva en el restaurante Ferreruela, que tenía pendiente de hace mucho tiempo y con más interés después de leer los últimos comentarios de Joan Thomas y del cual suscribo totalmente su última reseña.

Por este motivo me salto la descripción del local. Sí quiero comentar que llegamos puntualmente a las 22 horas y ocupamos la última mesa libre en el comedor de la planta baja. El camarero que nos atendió nos comentó que tenían lleno incluso los días entre semana. Al sentarnos nos sirvió una copa de moscato d’Asti, gentileza de la casa porque habíamos llegado varias mesas en poco tiempo y quizás nos harían esperar para tomar nota, cosa que no ocurrió.

Carta que cambia cada día, según les llega el producto del mercado, difícil de escoger porque la mayoría de las propuestas son muy apetitosas. Y muy interesantes sus propuestas de brasa.

Las mesas están bien vestidas, con una separación entre ellas aceptable y con copas Riedel. Las del vino las pueden cambiar según el vino que escojas.

Escogimos tres platos y unos postres, todos para compartir. A la espera del primero nos sirvieron una coca de recapte muy buena.

Empezamos por unos raviolis caseros de pollo asado con gambas, su jugo y picadillo, excepcionales de sabor. Como bien describe Joan, un platazo. De segundo unas setas con panceta y huevo eco poché. Pudimos escoger entre “rovellons” o “ceps” y nos inclinamos por estos últimos por ser más sabrosos y combinar mejor con el huevo. Muy buen plato. Y terminamos con una costilla de cerdo con salsa barbacoa y chutney de piña y jalapeño, tiernísima y de muy interesante sabor (parecido a un agridulce).

De postres, una panacota de nata artesana de Les Obagues – Talma con flor de hibiscus y frutos rojos, también muy buena.

Me sorprendió el precio de los vinos, una carta no excesivamente larga pero bien seleccionada y, como decía, a precios muy ajustados. Por ello nos lanzamos y solicitamos un Gratallops Vi de Vila 2016, Priorat de Álvaro Palacios, vinazo que bebía por primera vez. Si los restaurantes en general no incrementaran tanto el precio de los vinos muy probablemente podríamos seleccionar vinos como éste, que consultado internet lo he visto entre 48 y 55€ y lo pagamos a 50€.

En resumen, disfrutamos de manera notable con una excelente relación calidad – precio. Y nos quedamos con ganas de probar otros platos. Será cuestión de buscar una nueva salida a Lleida. Aplausos para el cocinero y su equipo!!

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    Joan Thomas

    Me alegro que te gustase. Muy buena cocina y muy buena RCP. Un fijo en Lleida.
    Saludos

  2. #2

    Socdesitges

    Aplausos bien merecidos
    Saludos

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