Muchísimas ganas de probar este whisky japonés del que habíamos leído maravillas. Leemos que "La familia Taketsuru tenía una destilería de sake desde 1733. Para perpetuar la tradición, el joven Masataka decidió estudiar Química, preparando el terreno para el día en el que heredara el negocio familiar. Pero el destino le traería otros planes: se apasionó por el whisky de tal manera que finalmente se embarcó rumbo a Glasgow en un viaje que lo convertiría en el primer japonés en especializarse en la elaboración del whisky de malta. A su regreso a Japón, fundó la marca Nikka Whisky y construyó su primera destilería en Yoichi en 1934, en la isla de Hokkaido, lugar que consideraba ideal para la fabricación de whisky en Japón ya que era muy similar a las islas occidentales de Escocia." Pero vamos a lo nuestro. Lo metimos un ratito en la nevera hasta que alcanzó los 11°C para su valoración. Servimos en vaso corto.
VISUAL: Precioso color amarillo dorado con destellos ambarinos, limpio y de lágrima abundante, fina y transparente (89).
OLFATIVA: Nos vienen aromas de fruta con hueso (melocotón y albaricoque) así como un perfil floral de flores silvestres, a lavanda. Agitamos y percibimos fruta blanca, melón, pera conferencia y manzana verde. También asoma un perfil láctico de natillas y vainilla junto con recuerdos de frutos secos, a almendra cruda. Ahora encontramos apuntes cítricos de mandarina, un puntito herbáceo a heno e hinojo, y un puntito de caramelo que da paso a las notas amaderadas de ebanistería fina de fondo, sutiles y muy elegantes. Sobresaliente nariz, de intensidad media-alta (94).
GUSTATIVA: Para esta fase nos refrescamos las papilas con un poco de agua fría. De entrada muestra un perfil entre floral y herbáceo con notas de lavanda y jazmín, entrelazadas con las frutales, maracuyá, mango y fruta blanca. En cada sorbo se puede apreciar la elegancia y la calidad de la materia prima. Respecto al puntito ahumado del carbón, realmente es muy sutil, pero lo que sí es notorio, es su grado alcohólico. En retronasal apreciamos los lácteos, natillas, y algo de bollería (croissant). De tacto cremoso donde los haya, presenta un post-gusto en donde aparecen los frutos secos, almendra cruda y avellana tostada, con la ebanistería fina muy bien integrada. Con un curioso puntito cítrico al final, una delicia, todo en perfecta armonía, equilibrio absoluto y gran disfrute en boca (94).
La RCP la dejaremos en correcta. Sobresaliente whisky, pero cuesta sobre los 65 euros en oferta, sobre los 75-90 normalmente.
MARIDAJE: Nos lo tomamos en las sobremesas, casi siempre con un rico chocolate Pacari 60% cacao y de diferentes sabores. Fantástico el maridaje, acertadísimo.
VIDEOCATA: https://youtu.be/PpgO7darvu0
Salud-os!!