En Peniche estuvimos varios días y fue el que me resultó más satisfactorio. De hecho, aquí comimos también el día anterior, pero no tengo la nota y después de tantos sitios recorridos ya no me atrevo a fiarme de mi memoria. El caso es que mi mujer se encaprichó del buey relleno y al final hubo otro restaurante al que intentamos ir un par de veces y no había sitio y quedó en el tintero por volver a éste. Ya se sabe, donde hay patrón...
De otros en los que estuve en Peniche no sé si llegaré a escribir, porque tengo todavía bastantes en el tintero y no me parecieron dignos de mención. Eran los típicos restaurantes portugueses de toda la vida que siguen anclados en los modos y la cocina de hace 25 años. No se suele comer mal y el precio normalmente es comedido, pero restaurantes así los encuentras en cualquier parte de Portugal, francamente.