Aproximadamente unos treinta. El cordero, siempre y cuando el horno lo permita, cuantos más, mejor. Se genera una condensación que lo favorece. Me comí dos platos como un campeón y sin regurgitar, oye. Y la foto sí la tienes dentro de la ficha del restaurante, lo que pasa es que no la he relacionado con el texto por ser la más fea de todas y la he sacrificado por la del postre que había que verlo, hombre. Jajaja!!!
Abrzs