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Toro Albala, la elegancia de la historia

Cómo los sueños se hacen realidad

La Bodega Toro Albalá es el sueño de Jose María Toro Albalá, un genio visionario que tuvo la exquisita idea de guardar vinos viejos para poder descubrirlos con el paso del tiempo. Desde tierras cordobesas este agricultor montó su bodega en 1922 en una antigua central eléctrica, que no se libro de la guasa de los cordobeses que comenzaron a decir que el vino era eléctrico, nombre que ha sido utilizado en la actualidad para llamar a uno de sus vinos más conocidos el Fino Eléctrico.

Vamos a recorrer un camino por la historia de esta bodega acompañados por el Director comercial, Jose María Raya, la enóloga, Eu Cortés, Franciso Muñoz, Gerente de la bodega y su esposa Rosario Sánchez, Responsable de Enoturismo y Relaciones Públicas. Todos ellos nos dieron la bienvenida a una bodega que rezumaba elegancia y tradición.

Comenzamos la visita de este sábado dentro del Encuentro de Foreros de Montilla-Moriles por la sala de etiquetado donde manualmente se realiza la numeración, grafía y lacre de las botellas que dotan a las mismas de esa clase y distinción representativas de la bodega.  En el caso de las botellas de Convento Selección el proceso artesanal es aún más minucioso hasta tal punto que solo se puede completar el etiquetado de 10 botellas por persona y día. Resulta muy interesante ver la destreza de los artesanos y la perfecta caligrafía que poseian, además de la delicadeza con la que realizaban su trabajo.

 

Continuamos la visita por la sala de botas donde comprobamos el arte de la venencia del que hace gala Francisco Muñoz que nos sirvió un fino en rama a todos los asistentes. Junto a la degustación de este vino se mezclaba el aroma del albero y de las botas que lo acogían, llenas de poesía escrita con tiza y seguro que con la emoción de quien lo escribió.

Avanzamos la visita por la historia de la bodega y del enólogo y propietario Antonio Sánchez, que ha recopilado la cultura del vino y de sus propias inquietudes arqueológicas, literarias, científicas, dentro de un museo que lleva su nombre. Antonio Sánchez forma parte de la bodega desde los años 60, sobrino del fundador ha aportado a la tradición de Toro Albalá su propio estilo y su forma de entender el vino.

En el Museo que nos enseño Rosario, podriamos encontrar desde esencias farmaceúticas, imágenes religiosas, animales disecados como el toro bravo, escafandras, accesorios del vino, momias, cámaras de fotos, monedas y miles de piezas que se han ido coleccionando durante años. Todas ellas nos hablan de la gran personalidad y afan de conocimiento que tiene su dueño. Después de realizar la visita al Museo, tuve la suerte de guardar uno de esos instantes mágicos en la retina, el que encontré en la soledad de la biblioteca convertida en sala de cata. Sólo yo, los libros, las botas y años de historia.

 

 

La biblioteca es una de las partes más importantes  de la bodega porque realiza una de las misiones más bonitas: enseñar, transmitir conocimientos, fomentar la curiosidad por aprender más de vino a  todo el que esté interesado en conocer. A través de la página web de la bodega podemos visitar todos los libros que se encuentran en la biblioteca, más de 4.000. En la web encontramos la portada y el índice del libro y podemos solicitar la temática que nos interesa. Desde la bodega envían las páginas solicitadas, en la mayoría de los casos de forma gratuita, salvo que tengan derechos de autor. 

 

Además de ser un recopilatorio de la cultura del vino, la biblioteca es una obra de arte en si misma y la única sala de cata, antiguamente bodega, con botas aéreas.

 

El tiempo contado por un PX

Los rayos de sol se colaban por las ventanas curiosos, tanto como nosotros, curiosos y maravillados de ver la bodega que hacía ahora las veces de sala de cata y biblioteca. Fue en esta estancia dónde nos esperaban las 5 maravillas que ibamos a catar.

Fueron 5 los vinos que nos ofrecieron, cuatro de ellos eran PX y el quinto, Palo Cortado Marqués de Poley 1964, que se envasó exclusivamente para nosotros, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que fuimos unos privilegiados.

 

 

La cata la presentó Rosario que pasó el testigo a Eu que sería nuestra maestra de ceremonias.

Palo Cortado Marqués de Poley 1964

Embotellado para nosotros, con la etiqueta a modo provisional, un vino que nos dejo completamente maravillados. Es el primer Palo Cortado que Toro Albalá va a sacar al mercado.  Nos confesaron que no sabían que tenían un producto tan bueno, pero descubrieron que los palos cortados habían dado como fruto un vino espectacular.

"Sabéis que los Palos Cortados son uno de los grandes misterios de los vinos, que son accidentes y por tanto no los podemos provocar, simplemente surgen." Preciosa afirmación que hace más inmensos aún a estos vinos.

  • Nota de cata: De color ámbar con tonos de oro viejo. Aromas a frutos secos, especias. Intenso y potente.  La boca presenta un trago largo, fino y elegante. Es un vino con mucha personalidad y estructura, redondo, un gentleman. 

 

Don PX Gran Reseva 1987

Vino elaborado a partir del método tradicional de pasificación y elaboración artesanal. Tiene crianza oxidativa en botas de roble americano y presenta 17º de alcohol al igual que el siguiente PX que vamos a catar

  • Nota de cata. Color Iodo oscuro con reflejos ambarinos.  En nariz nos ofrece notas balsámicas, orejones, notas cítricas confitadas. En boca tiene un paso largo, es fresco, con muy buena acidez y muy equilibrado. 

 

Don PX Bodegas Toro Albalá 1973

Vino elaborado a partir del método tradicional de pasificación y elaboración artesanal. El vino Don PX 1973 tiene crianza oxidativa en botas de roble americano y presenta 17º de alcohol.

  • Nota de cata: Caoba intenso con reflejos iodados. Presenta aromas de café, especias, fruta pasificada, y notas de chocolate. Al igual que su hermano mayor y su hermano pequeño el paso de boca es muy sedoso. Tiene una acidez muy equilibrada, es elegante y armonioso.

 

Don PX Bodegas Toro Albalá 1968

El vino Don PX 1968 es un monovarietal de la variedad Pedro Ximénez elaborado con el método clásico de las uvas soleadas posterior a su vendimia. El envejecimiento es de 25 años en botas de roble americano bajo el sistema de crianza oxidativa. Es una producción limitada.

  • Nota de cata: de un caoba muy oscuro muy brillante. En nariz presenta aromas de tabaco, regaliz, notas de canela, un punto de chocolate. En boca es aterciopelado en su paso, equilibrado con una acidez interesante. Muy redondo.  

 

Convento Selección  1955

El etiquetado de esta botella de Don PX Convento Selección 1955 de una gama artesanal es 100% manual. Se pueden emplear hasta 24 horas en terminar una botella. La etiqueta es una placa de roble que se plancha y sella manualmente. El proceso sigue unos métodos ancestrales tan lentos que, en un día, un artesano, puede hacer entre 10 y 15 botellas, por tanto con 2 o 3 artesanos sólo podrían salir al dia como máximo 45 botellas.

  • Nota de cata: A la vista podemos ver un vino completamente opaco, denso, agradable, que cubre completamente la copa. En nariz tiene las notas dulces del PX, aroma a clavo, a canela, frutas confitadas, una nota muy fresca que nos recuerda a la mirra e incienso. En boca es absolutamente sedoso, redondo, elegante. Uno de los mejores PX del mundo.

Por último, lo probamos, y comprobamos todo lo que habíamos detectado en nariz y de nuevo en boca. Volvimos a repasarlos todos, para no dejarnos nada, para poder llevarlo todo y que repose en la memoria como uno de los días más genuinos e nuestras andanzas en el mundo del vino, uno de los días que merecemos recordar.

 

Foto de familia en la bodega aérea de Toro Albalá

 

 

Y a la salida bajo una techada y al costado de la biblioteca se producía una tertulia que lleva años siendo fiel a una cita. A la hora del aperitivo, un grupo de sabios hombres se reunen junto a una copa de fino para hablar de lo humano y lo divino. Son gente de bien, gente del pueblo con mil historias que contar y que sumar a la historia propia de la bodega. El farmaceútico, el capataz jubilado, el párroco, antiguos trabajadores de la bodega, y amigos, que junto a Antonio Sánchez no faltan a su cita de todos los días. Fue un verdadero lujo compartir mi copa de fino con los que allí estaban reunidos y es una asignatura pendiente volver a escuchar las anécdotas y vivencias que estos grandes hombres tienen que contar.

 

 

 

Y para terminar la jornada matutina del sábado nos dirigimos a Las Camachas, restaurante de reconocimiento y tradición en Montilla que nos tenían preparado un menú con los platos típicos montillanos, donde no podían faltar el rabo de toro, el cordero o la sopa de cardo.

Gracias a Toro Albalá por regalarnos su historia, por dejarnos saborearla y por compartirla con todos los amigos que amamos este loco mundo del vino que tantas alegrías nos da.

"El vino fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.

Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria".

Jorge Luis Borges

 

  1. #1

    Polidori

    Un reportaje muy bonito e interesante, una bodega con mucho prestigio y mucha historia a sus espaldas, tienen vinos que se pierden en el tiempo, una bodega de la que los andaluces debemos presumir.

  2. #2

    Esther Láez

    en respuesta a Polidori
    Ver mensaje de Polidori

    Muchas gracias Polidori,

    Toro Albalá es una de las grandes bodegas de Andalucia, yo diría que es una de las grandes bodegas del mundo y estoy contigo, hay que presumir de ella.

    Un saludo!


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