Abreunvinito

Toulouse y el mejor wine bar del mundo

Una ciudad universitaria, con influencia española debido a los exiliados de la guerra civil, cercada por el río Garona y el canal du Midi, con un centro histórico amigable para recorrerlo andando y disfrutar de su gastronomía.

Toulouse cuenta por dos años consecutivos, con el mejor bar de vinos del mundo por la revista especializada The World of the Fine Wine: N5 Wine Bar. Se ubica en el número 5 de la rue de la Bourse, en pleno centro de la ciudad. Se trata de un bar pequeño, con dos pisos, donde no caben más de 20 personas. Además de contar con una carta de vinos internacionales, lo que más nos interesa es la forma en la que ofrece sus vinos: se pueden degustar mediante cata, de forma autónoma, mientras estas en el bar. ¿Cómo lo hacen? Al entrar te dan una tarjeta, donde vas cargando cada cata, media copa o copa, para poder elegir al final con qué vinos maridamos la cena. La carta de comidas se basa en raciones de platos locales con toques internacionales, a precios entre 8€ a 15€, muy bien elaboradas, pero que no son muy abundantes. Aun así a un wine bar ya sabemos a lo que venimos.

Con un carácter muy callejero, Toulouse ofrece desde foodtruks, hasta oysters bars, pasando por bares de comida internacional. Se puede disfrutar de comida con tendencias taylandesa a orillas del Garona como en La Guinguette Quai de Tounis, o de unas ostras o huitres en Osmoz frente al canal du Midi.

Además de los bares y restaurantes repartidos por los bajos de la ciudad, nos encontramos con alternativas muy interesantes en el mercado, donde podemos comprar y probar productos locales, o incluso los propios restaurantes de los hoteles, abiertos al público, como el del hotel Mama Shelter Toulouse, que además cuenta con un bar de tapas y cócteles en su azotea.

Si no tienes suficiente con todo lo que hay en la ciudad, puedes escaparte hacia Carcassonne, donde además de visitar el increíble castillo, existe una antigua destilería reconvertida en vinoteca para degustar unas tablas y catar los vinos de la zona, lejos del turismo: le comptoir de la citè.

Toulouse, con sus callejuelas, sus tiendas y su amplia gastronomía, es una alternativa, aun poco turística para aprovecharse de una ciudad que permite recorrerse en pocos días, sin prisas y con unas posibilidades culinarias ilimitadas.


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