Un soberbio entorno natural son las palabras que mejor describen la ubicación de Bodegas Amézola de la Mora, situadas en el pueblo de Torremontalbo, a tan sólo 17 km de Haro, donde confluyen los ríos Ebro y Najerilla y ante la imponente presencia de la sierra de Cantabria. Todos estos elementos forman un lugar idílico, perfecto para las 60 hectáreas de viñedo plantadas en torno a la bodega de estilo "château" francés.
Amézola de la Mora, es una bodega familiar perteneciente a la D.O.Ca. Rioja. Fue fundada en 1987 por los hermanos Iñigo y Javier Amézola de la Mora, que retomaron la tradición familiar iniciada con su bisabuelo e interrumpida a mediados del siglo XIX por la aparición de la filoxera en La Rioja.
Iñigo y Javier apostaron fuerte por recuperar la memoria vinícola de la familia al recuperar las viñas heredadas de la finca ligada durante 800 años a sus antepasados. Ahí ubicaron la bodega restaurando sus calados centenarios y el edificio que aún quedaba en pie donde 150 años atrás se ubicaba la bodega de su bisabuelo. Surgió así Amézola de la Mora como una bodega tradicional inspirada en el estilo château francés, siguiendo el modelo de autoabastecimiento de uva, y convirtiéndose en pionera en la implantación de este sistema en la D.O.Ca. Rioja.
Esta tradición familiar emprendedora de la familia Amézola de la Mora es hoy continuada hoy por María y Cristina Amézola Downes, quienes toman el testigo en la dirección del proyecto impulsando el camino hacia la nueva era del vino.
La bodega tiene un carácter artesanal y moderno, como así atestiguan los calados y cuevas subterráneas que aún se conservan, a la vez que tienen en cuenta las nuevas tendencias en el sector vitivinícola mundial. Sus vinos Viña Amézola, Señorío de Amézola, Solar de Amézola e Iñigo Amézola, de contrastada calidad, proceden exclusivamente de las uvas cultivadas en sus propios viñedos, las 60 hectáreas que rodean la bodega aportan la materia prima que está en la base del carácter propio y singular de unos caldos de excelente calidad.
Amézola de la Mora es una bodega con historia que además ha sabido renovarse a lo largo del tiempo buscando siempre un enfoque de futuro. Reúne las cualidades perfectas para ofrecer a los visitantes una experiencia turística única en torno al mundo del vino. Un entorno natural de gran belleza paisajística, una bodega con historia, calados centenarios y unas instalaciones preparadas para acoger a los visitantes y realizar multitud de actividades hacen de Amézola de la Mora una bodega ideal para conocer de primera mano el proceso de la elaboración del vino, realizar actividades en los viñedos y disfrutar del rico patrimonio gastronómico de la región.
Íñigo Amezola blanco fermentado en barrica 2008
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