Color rojo picota de capa alta. Nariz de buena intensidad con buen peso de fruta, especias, notas tostadas, maderas finas, especias, violetas y algo de compota de frutos negros. En boca tiene una buena ataque, con buena acidez, presencia de fruta y buen equilibrio con la madera. Largo recorrido, complejo y equilibrado.

Color rojo picota, menisco cardenalicio, capa media-alta, limpio, brillante, lágrima densa.

En nariz hay una presencia correcta de aromas de frutas negras y rojas maduras pero destaca más la presencia de aromas tostados y torrefactos, notas de especias dulces (vainilla); parece que la crianza ha sobrevivido mejor que la fruta.

En boca tiene cuepo, queda fruta, mantiene buena acidez, especias (pimienta, vainilla), notas balsámicas y mineralidad, unos taninos muy maduros y una leve persistencia de alcohol aunque sin molestar.

Aguante bien el tiempo pasado.

Probado en cata vertical de todas las cosechas.

Un año más tarde cae la última del lote.
A pesar de los grados y del calor del verano, sigue siendo un gran vino con una potencia de fruta muy interesante y que el paso del tiempo le hace ganar en equilibrio y madurez.

Lástima no haber comprado más en su momento pues ahora está en un gran punto.
Botella 2300 de solo 2900.

No comento características de la cata por no repetir sensaciones que cada vez las encuentro mejores.
En este caso probado en su propia sala de catas de la bodega junto a todos los demás vinos tintos de la bodega te permite la comparativa y te convences más de que es Superius.
Cuando ves en bodega como se hace y ves en la etiqueta el numero de botellas realizadas aún aumenta tu placer de disfrutar de algo tan especial y encuentras el por qué del precio más elevado.

Es verdad que pruebas el mismo vino y, aparte que no siempre es el mismo, tampoco yo, ni tampoco las circunstancias que te rodean son las mismas.
No describo la cata pues podía calcarla.
Quizás esta vez me ha parecido más equilibrado; quizás la comida (ventresca) le ha permitido expresarse más, quizás la compañía "acompañaba más"......quizás hoy había más crisis y era la única noticia buena..... quizás era lunes y no había consejos de ministros que te amargue el fin de semana.....

Las gamas altas de las bodegas ponen esfuerzo y calidad para su mejor emblema, pero el precio limita su difusión. Lo bueno es caro, pero tienes competidores que puede que te hagan sombra en otras D.O.
Color rojo picota oscuro, brillante, capa alta y lágrima persistente. En nariz es intensa a fruta roja madura, algo de especias, madera tostada, recuerda dulce de violetas. En boca mantiene fruta negra, incluso licorosa, potente y persistente. Gran vino, aunque a 33 € mínimo.

Color rojo picota de capa alta con ribete ligeramente granate.
Nariz de excelente intensidad con aromas tostados, frutos negros y frutos rojos en sazón, mermelada de violestas, ebanistería muy fina, especias como la pimienta o incluso un punto de cardamomo. Tiene un punto fresco de bombón de licor, de frutas en aguardiente, de cacao negro con un punto de fruta roja deshidratada. El conjunto es muy rico, equilibrado y potente.
En boca tiene una acidez muy rica, con fruta negra marcada, aparecen ahora unos recuerdos a higos maduro, es de tacto cremoso, con las especias marcando el cielo del paladar, las notas licorosas limpiando la boca y un final amargoso con recuerdos a fruta negra y tostados.

Al catarlo antes de comer me pareció un vino que quizás podría dar problemas con la comida, dado su enorme volumen y complejidad. Un vino de pasarela de esos con lo que cuesta tanto comer. Hoy lo hemos puesto a prueba con un arròs en fesols i naps y ha sido todo un éxito. Se ha portado francamente bien, ha limpiado la boca, ha acompañado el plato y para nada ha desentonado en la comida. Buen vino, sin lugar a dudas.