También para el esmorzar

Este bar de barrio que es referencia en la ciudad para marisco y pescado (la pescadería de enfrente es de Antonia, la mujer del dueño Vicent); durante estos años ha subido en calidad de producto y bastante en precio (como el producto de calidad).  El nombre del local son las iniciales de los hijos, Jordi y Miguel que creo que al menos uno ya está por las mañanas en la sala.

No sabía que también daba almuerzos pero parece que hace ya tiempo, así que decidimos ir a probarlo. La sala principal llena con muchas opciones en la barra para rellenar bocadillos y tapeo; nos desvían a la sala contigua (la ampliación) donde el problema está en que el servicio está compartido con la cocina y hay que buscarlas asomándote a cocina cuando ya las mesas están servidas y entramos en horario de preparación de comidas; por lo demás servicio muy correcto y amable a cargo de Miriam.

Tres para el "esmorzar" con unos cacaos poco fritos sin sal y aceitunas, ambos básicos y para beber vino tinto Abadía del Roble con gaseosa; por cierto generoso en el vino: botella descorchada en la mesa, y rácano en la gaseosa con una pequeña para los tres (lo mismo que si voy solo) por lo que pedimos otra y se cobró aparte. Las mesas están preparadas sin ningún tipo de mantel y con copas básicas, acabaron llenándose también de peregrinos del almuerzo y supongo que el otro comedor incluso doblaría servicios. 

El pan es de buena calidad y cocción, poca miga; hay tamaño medio (algo menos de media barra) y entero (algo más de media barra y entre ambos hacen una barra) aunque ni es media ni entera pero se está estandarizando esos tamaños porque facilita mucho el aprovechamiento de la barra de pan.

A saber:

. entero de sepia a la plancha x 2: con su picadillo de ajo perejil y aceite que puesto en el pan hace que la miga se impregne de la salsa dejándolo muy jugoso; recomendado de la casa y con razón; relleno ajustado..

. medio de tortilla de patatas con longanizas: referido como bueno y con buena cantidad de relleno

. cremaets x 2 y un cortado con un café demasiado torrefacto, y no incluidos en el gasto habitual que acompaña a los almuerzos.

Una opción más para un lugar que siempre merece la pena.