La variedad Sikitita nació de manera artificial para conseguir plantaciones de olivar en seto en alta densidad, fáciles de recoletar mediante maquinaria agrícola. Por ello el olivo Sikitita tiene un vigor muy reducido y porte compacto, por lo que se pueden concentrar hasta 2000 olivos/ha. Los investigadores de la Universidad de Córdoba y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria (IFAPA) consiguieron esta mejora genética cruzando las variedades Picual (originaria de Jaén) y Arbequina (originaria de Lérida). En el cruce los científicos obtuvieron además una variedad más resistente al hongo Verticillium. Posee una producción precoz y elevada productividad, con un buen rendimiento graso y extractabilidad. Esto quiere decir que se consigue mucho aceite y de gran calidad.

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