Restaurante Restaurant le sablon en Salamanca
Restaurante Restaurant le sablon
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
lunes noche y martes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
Tarta de chocolate
solomillo "Le Sablon"
carpaccio de atún
Opiniones de Restaurant le sablon
OPINIONES
11

Demasiado altas quizás las expectativas que teníamos de este restaurante. Cenamos bien pero no disfrutamos para nada, quizás por dejarnos contagiar por el ambiente casi gélido del local esa noche (no había más mesas ocupadas) y el poco entusiasmo del servicio. Lo cierto es que salimos con una sensación de que teníamos que habernos decidido por otro restaurante de Salamanca.

Único comedor con apenas diez mesas con separación adecuada. Decoración trasnochada aunque resulte en conjunto acogedor. Servicio por parte de la maitre y propietaria del restaurante de origen belga. La verdad es que nos contagió su falta de entusiasmo esa noche. Durante la cena un inexperto camarero con algún descuido que otro.

Carta muy convencional inspirada en la cocina francesa (no entiendo como en la carta se posicionan como cocina creativa) y utilizando productos locales.

Cena para tres personas:

- Aperitivo de la casa: Crema de calabaza (de sabor bastante flojo)

Entrantes:

- ½ ración de croquetas de quisquillas: Dos buenas croquetas con nítido sabor a marisco, con la bechamel en su punto y trocitos del marisco presentes). Lo mejor de la cena.
- Ensalada de canónigos con virutas de queso zamorano, nueces y miel de brezo: Aceptable pero sin complicaciones.
- Salteado de mollejas de cordero, boletus y foie con reducción de cebolla al vinagre de Pedro Ximénez: Bien pero quizás la reducción ocultó demasiado el sabor de todo lo demás. El foie, demasiado pasado, llegó deshecho.

Segundos:

- Secreto de ibérico al viejo Oporto con endivia asada y verduritas: Bien pasado por la plancha, con el punto de la carne que se pidió. De pena la patata asada de guarnición.
- Pichón de Araiz en su jugo con aroma de romero: Bien presentado, deshuesado. Carne jugosa y sangrante. Desafortunada la compota de berenjena y la patata asada. Apostaría que llevaba la misma reducción que el secreto, por lo que perdió nuevamente el sabor de la carne.
- Lubina a la plancha: Sorpresa al presentarnos una lubina de ración (ridícula de tamaño, al margen de que fuera de piscifactoría).

Postres:

- Tatin de manzana con helado de vainilla: Mediocre postre elaborado con días de antelación. El helado de vainilla, como suele ser habitual con este producto, sin sabor.

Carta de vinos no muy amplia intentando tocar diferentes DOs de moda aunque solo fuera con una sola referencia. Apenas cinco vinos blancos y tintos franceses. Precios bastante altos (x2). En cualquier caso no pedimos vino por lo que no voy a puntuar este apartado.

Precio total: 100.25 (inc. IVA, pan a 1.25€ por persona, botella de agua de 1l a 3.50€ ¡!! y dos cervezas)

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y sin bebidas.

Cerca de la plaza mayor, al fondo de una bonita plazoleta, pero en una calle un poco « triste ». La fachada no llama mucho la atención, pero como fuimos recomendados, no dudamos en entrar. (Por suerte) El comedor es pequeño pero muy coqueto, con unos cuadros preciosos. La decoración muy agradable, y los adornos de navidad sin agobiar. La mesa tiene un buen servicio, y la carta esta muy bien organizada. La oferta de vinos es amplia para ser un sitio tan pequeño, y se agradece la pequeña ficha de cata de cada vino. El servicio es muy profesional y nos trataron con mucha amabilidad, se nota que la señora es la propietaria.
Compartimos una riquísima muse de queso de cabra con mermelada de tomates, y unas salchichas crujientes de faisán con castañas, muy buenas. Presentaron cada uno en 2 platos en vez de ponerlo en el medio, bonito detalle. Después mi pareja pidió una hamburguesa de corzo, con salsa de trufas, espectacular, mientras yo me decanté por la liebre a la pimienta, buenísima. Vino: Finca sobreño reserva familiar ´03. De postre compartimos una tarta de chocolate, inmejorable; y un tatin de manzana, este ultimo algo menos rico de lo esperado.
Este restaurante es de lo mejorcito que se puede encontrar en Salamanca, sobre todo si se quiere salir del bullicio de las calles turísticas, y los precios muy aceptables.

Situado en el centro de Salamanca, se trata de un restaurante de líneas clasicas en su decoración, acogedor y agradable. Las mesas se hallan perfectamente montadas, con buena mantelería, vajilla y copas. La atención en la sala es sumamente profesional y además amable. En otoño su cocina presenta el atractivo añadido de ofertar numerosos platos basados en productos de caza.
Para cuatro personas pedimos de entrantes para compartir:
- Mousse de queso de cabra fresco con aceite de finas hierbas y mermelada de tomates
- Vieiras sobre estofado de puerros con un toque de farinato
- Salteado de mollejas de cordero, boletos y foie, reducción de cebolla al vinagre de Pedro Ximénez.
Este último resultó sencillamente delicioso, mientras que los dos primeros no nos dijeron mucho.
De segundos se pidieron los siguientes platos, uno por persona:
- Lubina al vapor con aceite de aromas al limón (dos personas): no lo probé, pero los que si lo hicieron comentarón que estaba muy bueno
- Corzo de la Mancha con arándanos rojos y chutney de calabaza: excelente plato, con la carne presentada en medallones, muy jugosa y tierna, y con el contrapunto dulce perfecto de los arándanos y la calabaza
- Lomo de liebre a la pimienta verde con chips de patata: estaba muy buena, pero quizás mejor si la salsa que acompañaba al lomo de liebre tuviera menos carga de pimienta, pues llegaba a hacerse protagonista del plato.
Postres, todos ellos de buen nivel:
- Flan de castañas de la Sierra de Francia
- Brownie de chocolate con sopa de piña y helado de miel
- Suave de chocolate blanco y yogur griego con helado de crema de cacahuetes
Respecto al vino tiene una carta bien presentada, y aunque no es demasiado amplia cuenta con cosas muy interesantes a precios comedidos. Tomamos un San Román 2007 (33€), bien servido y en copas adecuadas. Cuentan también con un buen surtido de copas para el postre.

acudimos por referencias de Verema

restaurante céntrico de salamanca, muy cuadrado, algo pequeño pero muy acojedor.
propietaria en la sala y servicio extra muy profesional (hay una escuela de cocina y hosteleria y se nota), respetando la distancia.
loza, cubertería y mantelería correcta.

RCP más que aceptable, producto de calidad y bien trabajado, muy abundante.

servicio del vino correcto.

muy recomendable.

Normalmente viajo a Salamanca para ver a un amigo y de paso, siempre, le invitaba a él y su compañera de piso al Chez Victor. Como se cerró por jubilación tuve que ponerme en la busqueda de un sustituto.

El elegido fue Le Sablon.

Nada mas entrar, el sitio es agradable. Pocas mesas, aunque al final llego alguna mesa más y practicamente puedo decir que estaba a la mitad. NOs acomodamos y nos sacaron un aperitivo de la casa. Consistia en un pure de lentejas con aceite de chorizo. El comienzo no podia ser mejor!.

Elegimos dos entrantes a compartir, esta vez solo estabamos mi amigo y yo. Los elegidos fueron:

- Una ensalada de ciervo con algo de queso de cabra. Sinceramente, lo que tan bien habia comenzado empezo parecia torcerse. Era muy insipido y no tenia sabor alguno. La rucula y lechuga parecian folios y era muy incomodo de comer.

- Mollejas de cordero con boletus y foie. Lo que tan bien habia comenzado con el aperitivo volvia a su cauce. Sabor intenso, los boletus realmente buenos y el foie era muy bueno.

Pasamos a los segundos, por mi parte la Hamburguesa de ciervo. Muy buena, aunque lo mejor del plato era un pure de calabaza exquisito en todos los sentidos.

Mi amigo opto por escalopines de jabato. Muy buena ración y tambien muy buenos.

De postre yo me cole y quise innovar... elegi el helado de chocolate blano con yogur griego y falle. No suelo fallar nunca en los postres pero esta vez me cole por que el compañero de mesa elegió lo que yo hubiese cogido. La tarta de chocolate casera estaba muy buena.

Los cafes estaban muy buenos. No optamos por tomar un brandy, argmañac o similar porque en la carta nada nos llamaba la atencion (esto era un punto muy fuerte del Chez Victor).

Pague en total 110€ con una botella de Muga, crianza 2005 que no acabamos. Lo recomiendo porque se come muy bien y no es nada caro, pero desde mi punto de vista la proxima vez que vaya a Salamanca visitaré otro restaurante en busca de mi "Chez Victor".

Este pequeño restaurante es un sitio donde siempre voy con autentico placer. Ofrece una carta muy diferente a los demás restaurantes. Su base es la cocina belga, adaptada a los productos de aquí, y a las tendencias culinarias actuales, sin caer en el tan de moda vanguardismo. Siempre hay algo nuevo, y siempre algo que ya conocía y quiero repetir. Las combinaciones de sabores son siempre muy acertadas, las salsas ligeras y bien logradas. El cocinero –propietario Manuel sabe tratar muy bien la excelente materia prima. Los postres son deliciosos, y todos caseros. La carta de vinos es muy variada, y bastante amplia para un sitio tan pequeño. El comedor es muy coqueto con un ambiente relajado y tranquilo, y el servicio muy bien llevado por la propietaria, Michelle. Opino que la relación precio calidad es muy buena, y la cantidad también, ni mucho ni poco. Es un sitio con cual siempre acierto cuando se lo recomiendo a alguien.

Este restaurante es nuestro favorito en nuestra ciudad.Por el comdor agradable e original,muy acogedor,sin ostentacion, se esta muy agusto. Tambien por el servicio, Micheline es toda una profesional,tambien sabe estar en su lugar.Tambien sabe siempre todo sobre los platos que sirve, y sobre los vinos.Pero lo más importante es por supuesto la maravillosa cocina de Manuel.Es un cocinero como pocos,domina la cocina a fondo. Todo lo que se puede comer en su casa es distincto, sus años de jefe de cocina en Belgica, añadido a sus años en Salamanca hacen de su cocina algo muy diferente.

Es un restaurante acogedor, con decoración de clásico restaurante francés. Mesas bien equipadas, coperío adecuado y resto de accesorios correctos.
La carta tiene propuestas de temporada según la estación, con algunas cremas o sopas frescas pecualiares para la temporada de verano, a base de verduras de la zona.
Tomé carpaccio de atún y solomillo "Le Sablon", mejor el solomillo.
De postre una exquista tarta de chocolate que me supo a poco. Tienen carta de cafés.
La carta de vinos correcta, con predominio de los de la zona, tomé Dehesa La Granza de Alejandro Fernández, un vino de mesa que me impresionó, era un 2001 y parecía recién salido de la bodega.

http://www.ojoalplato.com/archives/2359

  • Tarta de chocolate

    Tarta de chocolate

  • solomillo "Le Sablon"

    solomillo "Le Sablon"

  • carpaccio de atún

    carpaccio de atún

En este pequeño restaurante fuimos a pasar la noche vieja mi mujer y yo. En un hotel donde habíamos reservado nos anularon la cena por falta de reservas, y no sabíamos donde ir a cenar. Nos lo recomendó un amigo que come muchas veces en le sablon con relaciones de negocios, ¡ y su recomendación fue todo un acierto! El comedor es muy bonito, con una decoración muy personal y de buen gusto, sin las habituales ostentaciones. La música también es adecuada para una cena agradable. El trato personal, amable, eficaz y profesional, sin agobiar . Y lo mejor por supuesto la cena. Empezamos por un poco de paté de aperitivo, y después un primero variado compuesto por : un tembloroso de foie, crema de endibias, un caramelo de faisán, una patata rellena de perdiz y setas, y unas laminas de bacalao con espuma de ajo. Luego 2 filetes de lenguado con gambas y puerros. Y después un hamburguesa de ciervo trufada, de un aroma y sabor espectacular,¡ inolvidable! El postre también: mango con helado de especulos, sorbete de chocolate negro y piña colada. Con el café unos dulces hechos por ellos, muy ricos. Y a las 00h una copita de cava Faustino con las uvas. Y todo esto por solo 57€ . ¿ Caro? No, la relación precio calidad y cantidad es muy muy buena.
Desde luego volveremos cuando iremos a Salamanca.

Muy bueno este pequeño y acogedor restaurante.los platos de caza muy logrados, (pastelito de jabali relleno de rebozuelos, morcilla de liebre con calabaza. hamburgesa de ciervo, faisan con helado de laurel)Las raciones son ni pequeñas ni demasiado grandes, y que decir de los postres, mmmmm que chocolates.Todo muy bien presentado.El comedor es tambien muy acogedor,cuadros bonitos, muebles pintados a mano muy original todo.La musica tabmienesta bien.La señora y su hija forman un equipo muy eficaz, son muy amables y serviables,nos trataron muy bien. Nos aconsejaron muy bien en los vinos, nos dieron consejos en varios precios,pero terminamos por elegir uno no muy barato, pero excelente, cuve palomar de abadia retuerta.Lo mejor que he pododo encontrar en salamanca hasta ahora.Volveré , sera un sitio imrescindible en mi agenda cuendo voy a salamanca

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